Occidente no está preparado para una guerra de trincheras de Rusia contra Ucrania, advierte en una entrevista con DW el historiador militar austriaco Markus Reisner.
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DW: El jefe del Ejército ucraniano Valeri Zaluzhni escribió en un artículo en The Economist que la guerra desatada por Rusia está en un callejón sin salida y que existe el riesgo de una guerra de trincheras como en la Primera Guerra Mundial. El presidente Volodimir Zelenski lo contradijo indirectamente: no es un callejón sin salida. ¿Quién tiene razón?
Markus Reisner: Hay que situar estas declaraciones en el contexto del transcurso de la guerra. Zaluzhni dijo que, después de 20 meses, se puede ver que lo que Ucrania recibe sólo le permite reequilibrar una situación asimétrica, pero no es suficiente como para arrinconar a los rusos hasta tal punto que se vean obligados a entablar negociaciones. Un ejemplo son los misiles ATACMS o el debate sobre el F-16. Zaluzhni dijo: miren, la situación es precaria y si quieren que ganemos, aquí tiene que haber una diferencia con respecto a antes.
Zelenski dijo sí, es la declaración de mi general, pero todavía estamos en el camino de la victoria. Está haciendo lo que se espera de él como presidente. Si el presidente dice que está (todo) perdido, tendría un enorme impacto moral.
Muchos percibieron las declaraciones de Zaluzhni y Zelenski como diferencias de opinión, que quizás fueron tan visibles por primera vez. ¿Qué tan peligroso es esto para el apoyo a Ucrania?
Es un dilema. Los rusos inmediatamente tomaron la iniciativa y declararon que la ofensiva ucraniana había fracasado, citando al general Zaluzhni, quien dijo que era poco probable que hubiera «un avance profundo». El dilema es que Ucrania no ha tenido todas las capacidades que necesitaba. Siempre lo dije y, en aquel entonces, la gente pensaba que con moral se podía lograr. Esto va en contra de toda lógica militar. El general Zaluzhni también hizo una declaración muy contundente a través de los medios ingleses hace unos meses: estamos aquí en el frente, no es necesario que nos expliquen cómo tenemos que librar esta guerra. Agradecemos cada suministro de armas que recibimos, pero la situación es que sin apoyo aéreo no podemos proceder según el manual de la OTAN. Por eso desarrollamos nuestras propias tácticas.
¿No hay acaso una guerra de trincheras desde hace aproximadamente un año? Después de la recuperación de Jersón, no hubo cambios importantes en el frente. Entonces ¿por qué se hace ahora esta afirmación?
El caso es que Ucrania siempre fue buena mientras se movilizaba. Los rusos han obligado y logrado repetidamente forzar a Ucrania a un combate estacionario. Lo que por supuesto favoreció a la parte rusa, porque así pueden explotar sus grandes capacidades, como el uso de artillería masiva, pero también el uso del campo electromagnético, interfiriendo las comunicaciones, también con los drones. (Los ucranianos) quisieron superar este dilema con la ofensiva que comenzó el 4 de junio, pero no lograron los objetivos trazados. Así, los rusos han obligado a los ucranianos a volver a la guerra de trincheras.
Por eso ha llegado el momento de poner fin a la ofensiva del verano y preparar a Ucrania para que pueda volver a la ofensiva la próxima primavera.
Zaluzhni aspira en su artículo a lograr un milagro técnico. No usa la palabra «milagro», pero es lo que quiere decir. Lo compara con la invención de la pólvora negra. ¿Qué podría ser?
Nos encontramos en una situación en la que ambas partes se encuentran en una especie de punto muerto, reforzado por los avances tecnológicos. Ucrania ha sido muy innovadora en la introducción de nuevos sistemas de armas en los últimos meses. Tenemos enjambres de drones operando casi simultáneamente. La parte rusa a menudo copió estas ideas innovadoras y comenzó a producirlas. Tenemos entonces una especie de campo de batalla transparente. Ya no es posible concentrar un gran número de tanques en un espacio reducido y luego no empezar a maniobrar, porque el enemigo o el defensor saben inmediatamente que se están acercando y eso hay que neutralizarlo con artillería y drones.
¿Cómo podemos evitarlo? Hay referencias a esto en la entrevista de Zaluzhni. Se trata de dominar el campo electromagnético, donde se transmiten las señales de radio y se controlan los drones. Si se logra controlarlo, también se podrá volver a cegar al oponente. Es interesante que Zaluzhni describa su encuentro con Eric Schmidt, ex director ejecutivo de Google. Aquí es donde entra en juego la inteligencia artificial. Muchos sensores generan datos y la IA los evalúa y rápidamente hace una sugerencia: aquí hay un objetivo, se pueden asignar estas armas. El tiempo es un factor en la guerra. Si Ucrania logra recuperar de manera innovadora el campo electromagnético y trabajar con el factor tiempo, entonces podrá aprovechar el momento idóneo.
¿Está Occidente preparado para una guerra de trincheras en Ucrania?
Occidente no está preparado, porque ha estado maquillando la situación durante 20 meses y porque cree que Ucrania es capaz de utilizar la moral para derrotar a Rusia. No funciona así. Desde mi punto de vista hay dos opciones: una es invertir todo. Pero cada semana tendrían que viajar a Ucrania entre 4 y 5 trenes militares cargados. La otra opción es admitir autocríticamente que no es posible. Pero hay que decírselo a los ucranianos. Quizás entonces haya que iniciar negociaciones, pero admitiendo que Ucrania ya no existirá como Estado porque Rusia la destruirá.
¿Cuál es su pronóstico para 2024?
Nos acercamos a un punto culminante en el que la situación se decidirá, en una dirección u otra. Tenemos varias crisis y (enfocar) la atención hacia Ucrania es cada vez más difícil. Si Ucrania no logra permanecer en el centro de atención del mundo y, sobre todo, deja claro a la parte europea que la guerra por Europa puede decidirse en Ucrania, entonces las cosas serán difíciles para Ucrania. Si Ucrania logra hacer lo contrario, entonces el conflicto podría desarrollarse en esta dirección. No sabemos si esto es posible. Aprendemos la historia durante el proceso. Por eso el artículo de Zaluzhni es tan importante.
Markus Reisner es un historiador militar y coronel del Ejército austríaco.
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