Embajadora israelí Meirav Eilon Shahar enfatiza la legitimidad de la autodefensa de Israel frente a Hamas.
Israel ha expresado una dura crítica a los intentos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por establecer un equilibrio en las críticas dirigidas hacia las acciones israelíes y las de Hamas, en el marco del reciente conflicto en la Franja de Gaza.
La representante israelí ante la ONU, Meirav Eilon Shahar, enfatizó que el derecho internacional no debe ser visto como un «pacto suicida» que impida a los estados ejercer su derecho a la defensa.
El mensaje de la embajadora Shahar llega en un momento en que la comunidad internacional, y en particular el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, ha solicitado una investigación internacional ante acusaciones de posibles vulneraciones del derecho internacional en el conflicto.
«Si un Estado no puede defenderse o es criticado por hacerlo de acuerdo con el derecho internacional, inevitablemente las organizaciones terroristas se envalentonarán cada vez más», señaló Shahar.
“No existe equivalencia moral entre Israel y Hamas», afirmó Shahar, destacando la diferencia fundamental entre las acciones de un estado democrático y las de un grupo que muchos países, incluyendo Estados Unidos y la Unión Europea, han designado como organización terrorista. “No permitiremos que se deslegitime a Israel tergiversando la realidad”.
Shahar reafirmó que las acciones de Israel no son impulsivas, sino una medida necesaria para proteger a sus civiles. Este punto de vista resalta el argumento de Israel de que sus acciones están dentro del marco del derecho a la autodefensa reconocido internacionalmente, incluso cuando enfrenta críticas por sus métodos.
La tensión entre Israel y la ONU señala la complejidad de aplicar normas de derecho internacional en situaciones de conflicto armado, especialmente cuando involucra actores no estatales.
La demanda de una investigación por parte del Alto Comisionado de la ONU resalta la preocupación global por las alegaciones de violaciones graves, pero también refleja la dificultad de abordar las cuestiones de seguridad nacional e internacional en contextos tan volátiles.