Centenares de misiles rusos en Crimea listos para lanzarse contra Ucrania, según la inteligencia militar ucraniana.
En un tenso giro de los acontecimientos, Rusia ha situado más de 800 misiles en la península de Crimea, con la presunta intención de desestabilizar el sistema energético ucraniano durante los crudos meses de invierno.
Esta preocupante revelación fue hecha por Natalia Gumeniuk, vocera del comando sur ucraniano, durante una intervención televisada, basándose en datos de la inteligencia militar ucraniana.
«Nos enfrentamos a una situación crítica», afirmó Gumeniuk, destacando la amenaza que representan los misiles de crucero Kalibr y los supersónicos Onyx, almacenados por Rusia en la península que se anexó en 2014. El arsenal ruso no solo posee la capacidad de infligir daños masivos a la infraestructura, sino que también pone en jaque la capacidad defensiva de Ucrania, que, exceptuando Kyiv, tiene limitaciones para interceptar este tipo de proyectiles.
El contexto de este alarmante escenario es una Europa que intenta fortalecer su postura contra las acciones rusas. La Comisión Europea, junto con el alto representante de la UE para la Política Exterior, Josep Borrell, han presentado propuestas para intensificar las restricciones sobre Rusia. Estas medidas incluyen el endurecimiento del límite del precio del petróleo ruso, nuevas prohibiciones de importación y exportación, y la ampliación de la lista de sancionados.
La UE se esfuerza por responder de manera efectiva a la guerra que consideran ilegal de Rusia contra Ucrania, y estas sanciones forman parte de una estrategia más amplia que también busca ofrecer apoyo político, económico y militar a Kyiv.
La situación en la frontera ucraniana sigue siendo de alta tensión, con la comunidad internacional observando de cerca y con preocupación los movimientos militares y las represalias económicas que podrían definir los próximos pasos en el conflicto.