Zelenski advierte sobre un duro invierno mientras continúan los ataques a la infraestructura eléctrica.
Miles de ucranianos enfrentan la oscuridad después de que los bombardeos rusos afectaran severamente las infraestructuras energéticas de Jersón y Járkov, según ha comunicado el ministerio ucraniano a través de Telegram.
En el sur de Ucrania, específicamente en Jersón, más de 28.000 personas se quedaron sin luz, mientras que en la región de Járkov, un bombardeo dañó una instalación energética clave, dejando a más de 17,600 sin servicio.
En una reciente declaración, el presidente Volodimir Zelenski expresó a varios medios, incluida la AFP, que «Rusia está haciendo acopio de misiles para atacar infraestructuras ucranianas».
A pesar de estar mejor preparados para el invierno, Zelenski no es optimista sobre la disminución del uso de armas por parte de Rusia: «Creo que estamos mejor preparados para el invierno que antes», dijo, y agregó: «Pero no creo que Rusia utilice menos armas».
Este escenario plantea un invierno sombrío para Ucrania, que el año pasado ya sufrió una crisis energética similar. Con la llegada del frío, el desafío es aún mayor, y las palabras de Zelenski resuenan como un llamado a la resistencia y preparación: «Será un invierno difícil».
Con 122 localidades afectadas por los cortes de energía, Ucrania se ve forzada a enfrentar un nuevo desafío en su lucha por mantener la infraestructura y el ánimo de su población.