México y EE. UU. refuerzan cooperación en la cumbre de APEC con un enfoque en el impulso de un plan de desarrollo latinoamericano.
En un contexto donde la migración forzada sigue siendo un desafío significativo en el hemisferio norte, los presidentes de México y Estados Unidos han aprovechado la cumbre APEC para profundizar en sus estrategias conjuntas.
Andrés Manuel López Obrador, reafirmando su posición, ha instado a Joe Biden a impulsar un plan de desarrollo en Latinoamérica que pueda atenuar las causas raíces de la migración.
La cooperación entre ambas naciones se ha intensificado con acciones concretas, como el fortalecimiento de la frontera sur mexicana y la implementación de programas de permisos humanitarios en EE. UU. para ciertos países latinoamericanos. La administración de Biden, reconocida por López Obrador por no proseguir con la construcción de muros fronterizos, ha retomado ciertas obras fronterizas, resaltando las complejidades del tema migratorio.
En la reunión, se subrayó la importancia de mejorar las condiciones económicas en los países de origen de los migrantes, proponiendo un enfoque de ayuda mutua y desarrollo para que la migración sea una elección y no una necesidad.
Los esfuerzos de México en contener los flujos migratorios y las iniciativas de EE. UU. para expandir sus oficinas de Movilidad Segura muestran un esfuerzo por manejar la situación de forma más humana y estructurada.
Mientras tanto, la tensión sigue presente, evidenciada en la respuesta de México a la ley de Texas que penaliza el cruce de indocumentados. Este encuentro refleja una alianza en evolución, con la migración permaneciendo como un tema central y prioritario en la relación bilateral.