La Feria del Libro de Miami celebra su 40º aniversario con éxito de asistencia y la promesa de volver a unir autores y lectores en 2024
El Campus Wolfson de Miami-Dade College cerró sus puertas este domingo tras una semana vibrante y llena de letras: la 40ª Feria del Libro de Miami, un punto de encuentro ineludible para autores y lectores, especialmente en el ámbito hispanohablante en Estados Unidos, dijo adiós por este año.
Mariela Gal, al frente del programa en español, capturó el espíritu del evento al decir que la meta es conectar a «Miami con el mundo y el mundo con Miami», algo que han logrado con creces a lo largo de cuatro décadas.
La feria, que se ha convertido en una tradición para nombres de la talla de Esmeralda Santiago y Rosa Montero, contó con la presencia de Héctor Abad Faciolince y su nueva novela, así como con paneles que van desde la literatura infantil hasta la reflexión sobre Israel. La Street Fair, con su característico entramado de carpas y la efervescencia cultural que la acompaña, ofreció desde los más recónditos hallazgos literarios hasta las ediciones en miniatura de Los libros más pequeños del mundo.
El Callejón de los Niños fue un epicentro de alegría y aprendizaje para los más jóvenes, demostrando que la feria piensa en todas las generaciones. A pesar de las restricciones pasadas por la pandemia, la presencia de los autores fue notable, salvo por la intervención virtual de Abraham Jiménez Enoa, quien no pudo asistir en persona.
La feria fue un microcosmos del amor por la lectura: salas llenas, interacciones con autores de la talla de Julia Navarro y Jada Pinkett Smith, y un crisol de lenguas que reflejó la riqueza multicultural de la región.
Con la culminación de esta edición, Miami Book Fair no solo promete un regreso en 2024, sino que se despide habiendo cumplido su misión de acercar a la comunidad a un mundo de historias, diálogos y descubrimientos. La literatura, en todas sus formas, encontró una vez más un hogar en Miami.