A pesar de la oposición de la extrema derecha, el gabinete israelí se posiciona para ratificar un acuerdo sobre los rehenes.
El gobierno israelí, liderado por el primer ministro Benjamin Netanyahu, está a un paso de asegurar la aprobación de un trascendental acuerdo sobre los rehenes. En un gabinete de 38 miembros, la mayoría parece estar al alcance a pesar de la resistencia de los partidos de extrema derecha, Sionismo Religioso y Otzma Yehudit, que suman seis votos en contra de la medida.
Este acuerdo, que ha generado una notable división dentro del espectro político israelí, cuenta con el apoyo del gabinete de guerra, que se prevé que acumule 19 votos del partido Likud de Netanyahu y cinco del partido Unidad Nacional del ministro de guerra Benny Gantz. Este apoyo es fundamental para avanzar en una cuestión de seguridad nacional que ha estado en el centro del debate público y político del país.
La inclusión de los seis votos del partido ultraortodoxo Shas, confirmados por un portavoz de la formación, es un factor decisivo que inclina la balanza a favor del acuerdo. A pesar de la oposición de los partidos más radicales, el camino hacia la ratificación de este acuerdo parece allanado, reflejando una postura pragmática que prioriza la resolución de una de las situaciones más complejas y sensibles para Israel.