El exjugador del FC Barcelona enfrenta graves acusaciones de agresión sexual tras los hechos ocurridos en la discoteca Sutton.
La justicia tiene en su mira a Dani Alves, exestrella del FC Barcelona, con una petición de condena que retumba en las paredes del estadio y más allá. La Fiscalía de Barcelona ha lanzado un duro golpe legal contra el futbolista, solicitando una pena de 9 años de prisión y una compensación de 150.000 euros para la víctima de una presunta agresión sexual en la discoteca Sutton.
La balanza de la justicia se inclina hacia un juicio que pone a prueba lo ocurrido en el reservado VIP de la noche barcelonesa. Según los informes, los indicios recopilados por la jueza del Juzgado de Instrucción número 15 de Barcelona dibujan un escenario en el que Alves, tras un juego de seducción disfrazado de inocencia, habría llevado a la denunciante a un espacio privado con un guion que nadie quiere leer.
Las luces de la discoteca Sutton se apagan para dar paso a las sombras de un lavabo exclusivo, donde se alega que la fiesta tomó un giro oscuro. La versión de la denunciante y los detalles del auto de procesamiento nos llevan a un relato que la Fiscalía y la acusación particular no están dispuestos a dejar sin respuesta.
A medida que Barcelona espera que se fije la fecha del juicio, la ciudad que antes aplaudía los goles de Alves ahora murmura sobre las acciones lejos del campo. Las consecuencias de esa noche, aún en disputa legal, podrían cambiar la vida de un ídolo caído y de una joven marcada por un encuentro que la justicia deberá esclarecer.