El autor se pregunta si en una hipótesis de guerra de Venezuela con Guyana ¿es razonable esperar la neutralidad de Estados Unidos, del CARICOM, de Brasil, de Europa, de China?
Por Julio Castellanos
El mayor de los deseos de todos los hombres y mujeres es vivir en paz, lamentablemente, la mayor parte de las veces, los deseos no pueden cumplirse. Venezuela ha vivido un período largo de paz desde principios del siglo XX y, aunque han ocurrido eventos nefastos y crisis agudas, no hemos tenido guerras declaradas.
Yo no se si el innecesario referéndum del 3D, que es básicamente del tipo «¿tú quieres a tu mamá?», sea en definitiva un sucedáneo para no afrontar el significado de una pérdida importante y sensible del territorio nacional producto de no haber sido debidamente defendido por la Fuerza Armada y por una política exterior de muchos años enfocada en darle vida artificial a un supuesto liderazgo mundial a cambio de ceder derechos territoriales. Yo votaré que sí quiero a mi mamá, pero me preocupa más la respuesta a la siguiente pregunta: ¿qué pasará el día siguiente?
Yo no creo que porque se dé una votación importante en un referéndum consultivo sin carácter vinculante nuestro país vecino, Guyana, procederá inmediatamente a entregarnos el territorio en reclamación. Esa no existe. Dado que el gobierno se ha negado, reiteradamente, a defender nuestros intereses en la Corte Internacional de Justicia, pues, esa vía parece cerrada de momento. Entonces, ¿para dónde vamos a coger con esa pata hinchada? ¿La guerra?
Ahora bien, si uno decide ir a la guerra no es para perder. Una hipótesis de guerra implica consideraciones logísticas de primer orden, por ejemplo, ¿Tenemos los recursos para alimentar y armar a las tropas? ¿Sería necesario que los hombres en edad militar se alisten en su circunscripción más cercana para contar con los soldados suficientes?, siendo que las poblaciones instaladas en Guyana hablan inglés y portugués, ¿tenemos suficientes efectivos militares que hablen esas lenguas para que funcionen como intérpretes frente a la población nativa?, ¿contamos con el respaldo de los esequibanos?.
Por otra parte, hay que considerar aspectos estratégicos para que no nos pase lo que a Rusia con Ucrania, ¿hemos cuidado adecuadamente nuestras relaciones internacionales para contar si no con apoyo al menos con la neutralidad de los países de la región? En una hipótesis de guerra de Venezuela con Guyana ¿es razonable esperar la neutralidad de Estados Unidos, del CARICOM, de Brasil, de Europa, de China? En el papel, el ejército guyanés puede no ser impresionante, pero las recientes «visitas» de encargados militares de Brasil y Estados Unidos a Guyana no son indicio de neutralidad.
Por otra parte, ¿qué le ocurre a los países que pierden las guerras?, además de la irreparable pérdida de vidas en una empresa inútil y la mutilación de muchos otros condenándolos a una vida sin un brazo, una pierna o un ojo, pues también los perdedores pierden más territorio del que pretendían recuperar, también deben pagar los daños causados por el conflicto, también deben responder por los crímenes de guerra (de ocurrir) y, como lo sabe la Argentina con Galtieri, también los cambios políticos se aceleran porque los pueblos no toleran ser gobernados por fracasados y sería un fracaso muy grande el que un gobierno militarista termine por ser derrotado militarmente.
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