El fin de la tregua entre Israel y Hamás desencadena reacciones internacionales y llama a renovados esfuerzos diplomáticos.
El Secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, condenó enérgicamente a Hamas por su papel en el colapso de la tregua de siete días con Israel, mientras que figuras internacionales como Catherine Colonna y Volker Turk expresaron su profunda preocupación por la reanudación del conflicto.
Blinken apuntó directamente a Hamas como responsable del fin de la tregua, afirmando: «Es importante entender por qué terminó la pausa. Llegó a su fin gracias a Hamás. Hamas incumplió los compromisos que había asumido». Además, Blinken mencionó un reciente atentado terrorista en Jerusalén, diciendo: «Incluso antes de que terminara la pausa, cometió un atroz ataque terrorista en Jerusalén, matando a tres personas e hiriendo a otras, incluidos estadounidenses».
Por su parte, la ministra de Exteriores de Francia, Catherine Colonna, al hablar sobre la ruptura de la tregua, declaró: «La ruptura de la tregua es una mala noticia (…) porque no trae ninguna solución y complica la resolución de todas las cuestiones que surgen». Estas palabras resaltan la preocupación internacional sobre la escalada del conflicto y sus consecuencias humanitarias.
El jefe de derechos humanos de la ONU, Volker Turk, describió la situación en Gaza como una «catástrofe, más allá del punto de crisis», enfatizando la gravedad de la emergencia humanitaria que se despliega en la región.
Estas declaraciones surgen en un momento en que el Ejército de Israel interceptó un misil lanzado desde Gaza y respondió con ofensivas sobre el territorio vecino. Funcionarios israelíes advirtieron de represalias severas, declarando: “Desafortunadamente, Hamás decidió poner fin a la pausa al no liberar a todas las mujeres secuestradas” y violar “la pausa operacional”, por lo que “ahora, recibirá la madre de todos los golpes”.