La impotencia de un primer ministro: Netanyahu confiesa la dura realidad de los rehenes en Gaza

NETA

En un tenso encuentro con familiares de rehenes, Benjamin Netanyahu admite la compleja situación de los secuestrados por Hamas.

En un clima cargado de tensión y emociones a flor de piel, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu se encontró frente a frente con una realidad que golpea duro: la imposibilidad, al menos por ahora, de liberar a más rehenes en manos de Hamás.

Esta admisión, que resonó con fuerza y desesperación durante una reunión con los familiares de los cautivos, pone de manifiesto la complejidad y las dificultades inherentes a las negociaciones en un contexto de conflicto tan arraigado como el de Israel y Gaza.

«Actualmente, no es posible traerlos de regreso. ¿Alguien puede imaginar que si hubiese opción, alguien la rechazaría?», declaró Netanyahu, según reportes de Times of Israel. Esta afirmación, que parece emanar de un lugar de franca impotencia, fue recibida con reacciones de enojo y frustración por parte de los asistentes, muchos de ellos parientes angustiados que llevan semanas, sino meses, esperando alguna noticia positiva sobre sus seres queridos.

El relato de los horrores vividos por los rehenes liberados durante la tregua temporal añadió un tono aún más sombrío al encuentro. Por un lado, se evidencia el alivio por aquellos que han regresado; por otro, el pesar profundo por los que aún permanecen en cautiverio. Danny Miran, padre de Omri Miran, uno de los rehenes todavía en manos de Hamás, calificó la reunión de «una vergüenza», según el diario Haaretz.

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