Maduro ordena cambiar mapa de Venezuela para incluir el Esequibo
En un acto lleno de tensiones y promesas, Maduro anuncia la inclusión del Esequibo en el mapa oficial de Venezuela tras referendo.
En un giro sorprendente y controvertido, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha ordenado la inclusión de los 159.000 kilómetros cuadrados del Esequibo en el mapa oficial del país. Esta decisión, tomada apenas 48 horas después del referendo consultivo organizado por el gobierno, es un claro desafío a la situación actual del territorio, administrado por Guyana.
Durante un acto rodeado de ministros y altos mandos militares, Maduro declaró: «Procedamos a publicar y a llevar a todas las escuelas, liceos y universidades del país el nuevo mapa ¡No está el rayado ya! Mapa amado por varias generaciones, ahora completo».
Esta modificación elimina las rayas que hasta ahora marcaban el Esequibo como zona en reclamación.
La medida, que tiene un fuerte simbolismo pero que carece de reconocimiento internacional, ha aumentado la tensión en la región. Maduro, en un tono desafiante, expresó: «Guyana debe saber que arregla esto por las buenas o lo arreglamos», y reafirmó su posición de no reconocer el fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) previsto para el próximo año.
Como parte de este proceso, se ha anunciado la creación de una Zona de Defensa Integral Guayana Esequibo, con un familiar de Diosdado Cabello al frente. Además, Maduro otorgó a Petróleos de Venezuela (PDVSA) la autoridad para conceder licencias de exploración y explotación de petróleo y gas en el Esequibo. En un movimiento aún más audaz, el líder venezolano exigió a las empresas petroleras extranjeras, lideradas por ExxonMobil, que abandonen los proyectos en los yacimientos submarinos del mar del Esequibo.
Más allá de la retórica y las medidas simbólicas, Maduro también anunció iniciativas sociales para los habitantes del Esequibo, incluyendo una oficina para otorgarles documentación venezolana.
Mariano de Alba, asesor senior del Crisis Group, analiza estas acciones en el diario español El Mundo como «simbolismo para mantener la disputa en el tapete», sin prever una ejecución en el territorio en disputa con Guyana.