El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, se reúne con el líder supremo de Irán, Seyyed Ali Khamenei, firmando acuerdos en áreas clave como energía, biotecnología y telecomunicaciones.
En un contexto de máxima tensión en el Medio Oriente, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ha fortalecido su alianza con Irán, uno de los regímenes opuestos a Occidente, mediante la firma de importantes acuerdos de cooperación.
Durante su visita a Teherán el domingo, Díaz-Canel se reunió con el líder supremo de Irán, el ayatolá Seyyed Ali Khamenei, y juntos suscribieron media docena de memorandos en áreas clave como minería, energía, biotecnología, productos farmacéuticos, agricultura, telecomunicaciones y tecnologías de la información.
La reunión entre Díaz-Canel y Khamenei ha sido un claro mensaje político en el escenario internacional. Khamenei subrayó la importancia de establecer una alianza y coalición entre los países que se oponen a las políticas de Estados Unidos y Occidente. Este enfoque se refleja en los acuerdos firmados, que buscan fortalecer las capacidades de ambos países en sectores estratégicos, a pesar de estar bajo sanciones estadounidenses y estar incluidos en una lista de estados patrocinadores del terrorismo.
El presidente de Irán, Seyed Ebrahim Raisi, calificó la visita de Díaz-Canel como un «punto de inflexión histórico» en las relaciones bilaterales, destacando la gran congruencia de puntos de vista entre ambos gobiernos. Por su parte, Díaz-Canel enfocó parte de su discurso en la innovación en el comercio y la desdolarización, además de expresar el compromiso compartido de condenar el genocidio de Israel contra el pueblo palestino y exigir un alto el fuego inmediato en Gaza.
Esta visita de Díaz-Canel a Irán es histórica, siendo la primera de un líder cubano desde que Fidel Castro visitó Teherán en 2001. La gira se enmarca en una serie de contactos diplomáticos de alto nivel que se han intensificado este año, mientras Cuba busca apoyo para su economía en crisis.
Los esfuerzos diplomáticos de Cuba han incluido visitas a Rusia, China, Bielorrusia y otros países de Asia y África. Aunque estos viajes no han resultado en ayuda sustancial o compromisos financieros significativos, han destacado la estrategia de Cuba de cortejar a sus aliados políticos tradicionales.
La posición de Díaz-Canel es clara: Cuba está abierta a cualquier modelo de cooperación e inversión que propongan los empresarios iraníes, buscando convertir a Irán en un actor económico importante dentro del modelo de desarrollo cubano. Esta postura responde a la necesidad de la isla de encontrar alternativas frente a la perenne crisis económica.