Lula da Silva invoca a la CELAC para mediar en tensiones entre Venezuela y Guyana
El presidente de Brasil, Lula da Silva, expresó preocupación por las tensiones entre Venezuela y Guyana por la región del Esequibo durante la cumbre del Mercosur.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha tomado una postura activa frente a las crecientes tensiones entre Venezuela y Guyana por la disputada región del Esequibo. Durante la cumbre semestral del Mercosur celebrada en Río de Janeiro, Lula expresó su creciente preocupación por la situación y ha invocado la mediación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) para resolver el conflicto.
En su discurso de apertura, Lula enfatizó la necesidad de construir paz en la región: «No queremos guerras, ni conflictos, necesitamos construir paz, porque solo con paz podemos desarrollar nuestros países».
El presidente brasileño destacó que el Mercosur no puede permanecer indiferente ante este conflicto y propuso someter a votación una resolución que será incluida en la declaración final de la cumbre.
La disputa por el Esequibo, una región selvática rica en petróleo y minerales, ha sido una controversia de larga data, con Venezuela reclamando su posesión desde hace más de un siglo. Lula ha expresado su deseo de que esta disputa no contamine el proceso de integración regional ni constituya una amenaza a la paz y estabilidad de la región.
El presidente brasileño sugirió que la CELAC y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) se involucren activamente para encauzar de forma pacífica esta cuestión. «Sugiero que la CELAC pueda tratar el tema con las dos partes. Brasil estará a disposición para acoger cualquier reunión que sea necesaria», declaró Lula.
En respuesta a la tensión creciente, Brasil ha reforzado militarmente su frontera con Venezuela y Guyana. Esto se produce en un contexto donde el Gobierno de Nicolás Maduro, tras realizar un referéndum, ha lanzado un plan de acción sobre la región del Esequibo. Este plan incluye el otorgamiento de licencias para la explotación petrolera y despliegues militares en localidades cercanas al área en disputa.
Venezuela, suspendida como miembro del Mercosur desde 2017 por una alegada «ruptura del orden democrático», encuentra en este conflicto un elemento más en su compleja situación política y diplomática.