La agencia de noticias francesa AFP se adentró en la pequeña localidad de Arau en el Esequibo. Esto es lo que encontraron.
En el remoto pueblo de Arau, ubicado en la disputada región del Esequibo, una bandera de Guyana ondea orgullosamente en la cima del Tepuy Pakaramba, un símbolo de lealtad y orgullo nacional para sus 280 habitantes. Esta localidad, a menos de 10 km de la frontera con Venezuela, se encuentra en el corazón de un centenario reclamo territorial entre Guyana y Venezuela.
Jacklyn Peters, una enfermera y madre de seis niños de Arau, expresa su felicidad y orgullo al ver la bandera cada mañana. «Esto es Guyana», afirma a AFP, recordando la visita del presidente Irfaan Ali, quien plantó la bandera en la montaña como un gesto de afirmación territorial.
El diferendo entre Venezuela y Guyana se intensificó tras el anuncio de ExxonMobil en 2015 sobre el descubrimiento de grandes yacimientos petroleros en la región, convirtiendo a Guyana en un país con reservas de 11.000 millones de barriles de petróleo.
La disputa se agudizó aún más con la decisión de Venezuela de otorgar licencias petroleras para explotar la zona y la inclusión del territorio Esequibo como provincia venezolana, provocando temores de un conflicto armado.
En Arau, la vida transcurre entre la esperanza y la preocupación. Los habitantes viven de la minería de oro y la agricultura de subsistencia. Lindon Cheong, un residente de origen chino, lamenta la situación económica difícil, exacerbada por los altos precios y la escasez de recursos. «¿A dónde va el dinero?», se pregunta, haciendo eco del sentimiento de abandono por parte del gobierno guyanés.
La tensión en la región también se ve reflejada en la relación con los militares venezolanos, quienes, según los habitantes, impiden el libre tránsito y exigen un diezmo a los barcos que abastecen al pueblo, disparando los precios de los productos básicos.
A pesar de la crisis, la solidaridad y la fraternidad se mantienen. Thomas Devroy, exjefe de la comunidad, ve a los venezolanos como hermanos y lamenta su situación, pero rechaza firmemente la idea de una gobernación bajo el régimen de Maduro.
En este escenario, la identidad y la lealtad de los habitantes de Arau se mantienen firmes. Con una bandera de Guyana ondeando en cada rincón, Arau se proclama como un bastión de resistencia y afirmación de su identidad, un pequeño pueblo enfrentando las complejidades de un conflicto geopolítico que trasciende sus fronteras.
(Con información de AFP)