Expertos consideran la lista como un intento de Cuba de mostrar la política doble de Washington en materia de terrorismo.
En un movimiento considerado por expertos como un intento de destacar la política doble de Washington en materia de terrorismo, el gobierno cubano ha publicado una lista inédita con los nombres de 61 ciudadanos de la isla, principalmente residentes en Estados Unidos, acusados de actos de terrorismo.
Esta acción de La Habana surge como una respuesta directa a la reciente inclusión de Cuba en la lista anual de Estados Unidos de países patrocinadores del terrorismo.
Esta acusación ha generado dificultades financieras y comerciales para el régimen cubano con otros países y forma parte de las sanciones impuestas por Washington, con el objetivo de presionar un cambio en el modelo político de la isla.
Los analistas concuerdan en que, aunque la lista cubana busca resaltar una aparente doble moral de Estados Unidos en su política contra el terrorismo, es poco probable que logre la extradición de los individuos nombrados o resulte en sanciones prácticas contra EE.UU.
El contexto de la publicación de esta lista es particularmente significativo, no solo por la reciente acusación de Estados Unidos contra Cuba, sino también por el caso de Manuel Rocha, un exdiplomático estadounidense recientemente acusado de ser un agente secreto para el gobierno de La Habana durante décadas.