La naviera danesa Maersk toma medidas de precaución después del ataque al Maersk Hangzhou.
La compañía de transporte marítimo Maersk, un gigante en el sector de la navegación de contenedores, ha tomado una decisión drástica tras un reciente ataque a uno de sus barcos.
«Siguiendo el incidente del 30 de diciembre que afectó a nuestro barco, el Maersk Hangzhou, hemos decidido paralizar todos los pasos por el mar Rojo y el golfo de Adén hasta nuevo aviso», anunció la empresa en un comunicado oficial.
Esta no es la primera vez que Maersk, parte del conglomerado A.P. Møller-Mærsk, suspende sus operaciones en esta región. La naviera ya había cesado temporalmente sus rutas el 15 de diciembre debido a ataques de los rebeldes hutíes, optando por desviar sus rutas a través del Cabo de Buena Esperanza. Sin embargo, la situación cambió cuando Estados Unidos formó una coalición internacional para contrarrestar estos ataques, lo que llevó a Maersk a reprogramar sus rutas.
Desafortunadamente, el reciente ataque al Maersk Hangzhou ha obligado a la empresa a reconsiderar esta decisión.
«Una investigación del incidente está en marcha y seguiremos paralizando todo el movimiento de carga por la zona mientras comprobamos la situación en constante cambio», expresó la compañía. Maersk ha enfatizado su intención de redirigir las rutas alrededor del continente africano para garantizar la seguridad de sus operaciones y del personal a bordo.
El ataque al Maersk Hangzhou desencadenó una respuesta de Estados Unidos, que resultó en el hundimiento de tres embarcaciones con rebeldes hutíes y la muerte de diez personas. Este enfrentamiento directo entre Estados Unidos y los rebeldes hutíes, con víctimas mortales, marcó un giro significativo en el conflicto que ha estado gestándose desde la declaración de guerra de los hutíes a Israel en apoyo a Gaza.
La decisión de Maersk refleja las crecientes preocupaciones en el sector marítimo sobre la seguridad en una de las rutas comerciales más importantes del mundo. Con la suspensión de sus operaciones en el mar Rojo y el golfo de Adén, la compañía busca proteger sus activos y personal ante una situación cada vez más volátil y peligrosa.