En su primera audiencia de 2024, el Papa Francisco enfatiza la locura de la guerra y la importancia del perdón y la espiritualidad en la superación de los conflictos.
El Papa Francisco, en su primera audiencia general de 2024, hizo un llamado emotivo y poderoso para recordar a los pueblos del mundo que sufren a causa de la guerra, subrayando que «la guerra es una locura» y «siempre una derrota».
Hablando ante 4.000 fieles en el aula Pablo VI del Vaticano, el pontífice resaltó la urgencia de orar por las naciones asoladas por conflictos, incluyendo Palestina, Israel, Ucrania y otros lugares donde persisten las guerras.
En un mensaje que resonó profundamente entre los presentes, Francisco hizo hincapié en la importancia de no olvidar a los hermanos rohinya, un grupo étnico que enfrenta persecución en Birmania y difíciles condiciones en los campos de refugiados de Bangladés. Con un tono de profunda preocupación, el Papa pidió a Dios un corazón sensible a las necesidades de los pobres, los refugiados y las víctimas de guerra, invocando la intercesión de María, Madre de Dios, por el don de la paz.
El Papa Francisco, que asistió a la audiencia andando con bastón y salió en silla de ruedas, fue recibido con aplausos y muestras de afecto por parte de los fieles. Durante su catequesis, el Papa también enfatizó la importancia de recuperar «la capacidad de pedir perdón», recordando que todos somos pecadores pero que Jesús está siempre dispuesto a perdonar. Subrayó que Jesús nunca nos deja solos y está a nuestro lado para ayudarnos a levantarnos después del pecado.
Además, Francisco habló sobre la naturaleza desafiante de la vida espiritual cristiana, señalando que está llena de desafíos, pruebas y encrucijadas. Destacó la importancia de mantener la claridad interior para elegir el camino correcto y esforzarse en seguir adelante. Según el Papa, los cristianos están constantemente divididos y luchando entre extremos opuestos, y es crucial reflexionar sobre los vicios y las virtudes para superar la cultura nihilista y caminar hacia la santidad.