Franquicias de Al Qaeda intensifican amenazas y planes de atentados en respuesta al apoyo de EE.UU. a Israel.
Al Qaeda Central (AQC) ha intensificado su retórica amenazante contra Estados Unidos, prometiendo «un 11-S duplicado» como respuesta al apoyo estadounidense a Israel, particularmente en el contexto del conflicto en Gaza.
Paralelamente, su franquicia en la Península Arábiga (AQAP) ha publicado en la revista “Inspire” un manual en formato de vídeo para destruir aviones en vuelo. Este resurgimiento de la actividad de Al Qaeda se vincula directamente con el apoyo de EE.UU. a Israel tras los ataques terroristas de Hamas del 7 de octubre del año pasado.
Los líderes de Al Qaeda, según expertos antiterroristas consultados por LA RAZÓN, están trabajando activamente en la planificación de un gran atentado. Este ataque no necesariamente estaría dirigido contra Estados Unidos, sino que podría enfocarse en alguno de sus aliados occidentales. Estas intenciones se han manifestado en vídeos de reciente difusión por parte de la organización terrorista.
Al Qaeda continúa utilizando la figura de su líder abatido, Ayman Al Zawahiri, como referencia, aunque se cree que su sucesor ya ha sido designado. La identidad de este nuevo líder permanece en secreto, posiblemente por razones de seguridad.
El último informe del Departamento de Estado de EE.UU. indica que Al Qaeda y sus afiliados han mostrado resiliencia y determinación incluso después de la muerte de al-Zawahiri en julio de 2022. La red global de Al Qaeda sigue enfocada en Estados Unidos y sus intereses, especialmente en África y Medio Oriente. En África Oriental, Al Shabaab mantiene un control significativo en Somalia, con capacidad para realizar ataques de alto perfil en la región, incluso contra ciudadanos e infraestructuras estadounidenses. En África Occidental, Jama’at Nusrat al-Islam wal-Muslimin ha intensificado sus ataques en el Sahel, amenazando a las capitales y embajadas estadounidenses.
En Afganistán, la presencia de Al Qaeda, ISIS y otros grupos terroristas sigue siendo activa. A pesar de los compromisos de los talibanes de impedir que Afganistán sea utilizado como base para ataques terroristas, existen dudas sobre su capacidad para controlar las operaciones de estos grupos.
Este escenario presenta un desafío significativo para la seguridad internacional, especialmente para Estados Unidos y sus aliados. La amenaza de un ataque de gran magnitud al estilo del 11-S plantea preocupaciones serias y subraya la necesidad de una vigilancia y cooperación antiterrorista continua.
(Con información de La Razón)