Empresa canadiense invierte en proyecto petrolero venezolano, con desafíos y expectativas altas.
La empresa canadiense New Stratus Energy Inc. ha dado un paso significativo en el sector petrolero al adquirir una participación indirecta del 50% en GoldPillar International Fund SPC Ltd., un fondo privado de las Islas Vírgenes Británicas. Esta adquisición es notable porque GoldPillar ha comprado a su vez una participación accionaria del 40% en la empresa mixta Petrolera Vencupet S.A., la cual posee los derechos de producción de varios campos petroleros en los estados Anzoátegui y Monagas de Venezuela. Petróleos de Venezuela (Pdvsa), por medio de su filial Corporación Venezolana de Petróleo, mantiene el 60% restante del capital social de Vencupet.
El acuerdo, que se esperaba finalizar en agosto de 2023, se ha concretado recientemente. Como parte del trato, New Stratus se compromete a realizar una inversión capital significativa para reactivar hasta 246 pozos en los campos mencionados, a través de una línea de crédito renovable a Vencupet.
Vencupet, creada por Cuba y Venezuela en 2010, ha pasado a ser 100% propiedad venezolana desde 2016. Los campos petroleros en cuestión, actualmente inactivos, tienen un historial de producción significativo, habiendo alcanzado en su punto máximo 60.000 barriles diarios de petróleo en 1960.
New Stratus Energy Inc. estima alcanzar una producción de 7.400 barriles diarios de petróleo con la reactivación inicial de 90 pozos, lo que requerirá una inversión aproximada de 89,2 millones de dólares. Este proyecto se suma a los esfuerzos de otras empresas internacionales como Chevron, Repsol y ENI, que han contribuido al aumento de la producción petrolera en Venezuela.
El programa de recuperación incluye la activación de 246 pozos, de los cuales 90 se reactivarán en 2024 y 2025, y los restantes a partir de 2026. Se espera que la producción comercial comience en el primer trimestre de 2024, basándose en estudios de desarrollo previos, visitas de campo y análisis de yacimientos.
Sin embargo, la empresa canadiense ha expresado preocupaciones sobre estas operaciones, señalando riesgos y niveles de incertidumbre. Entre ellos, se destacan la posible reimposición de sanciones estadounidenses a Venezuela, la incertidumbre en la obtención de datos geológicos y técnicos necesarios para los pozos, y los desafíos para retener personal calificado para la reactivación y mantenimiento de los campos petroleros.
(Con información de Tal Cual)