En su quinta visita a la región, el Secretario de Estado de EE.UU. busca una desescalada del conflicto y asistencia humanitaria para Gaza.
La reciente visita del Secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, a Israel marca su quinta intervención diplomática en la región desde el estallido de la guerra en Gaza. En un intento por abogar por los civiles afectados y buscar una paz sostenible, Blinken se reunió con altos funcionarios israelíes, incluyendo al Primer Ministro Benjamin Netanyahu y al Presidente Isaac Herzog.
Durante su encuentro con Netanyahu, Blinken reafirmó el apoyo de EE.UU. al derecho de Israel a defenderse de los ataques terroristas, pero subrayó la necesidad de evitar más daños a los civiles en Gaza. El portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, comunicó esta postura, reflejando la preocupación de Washington por las consecuencias humanitarias del conflicto.
Blinken también destacó la importancia de una solución pacífica y duradera, incluyendo la posibilidad de un Estado palestino. Esta visión fue compartida en sus conversaciones con Netanyahu y con el ministro israelí de Asuntos Exteriores, Israel Katz, con quien discutió las oportunidades reales para la integración de Israel en Medio Oriente.
El tema de los más de 130 rehenes en Gaza, entre los que se estima hay unos 24 muertos, fue otro punto crucial en las discusiones de Blinken. El secretario enfatizó la necesidad de incrementar la asistencia humanitaria a los civiles afectados por la guerra, que ha dejado más de 23.000 muertos y 59.000 heridos.
Las conversaciones de Blinken con el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, giraron en torno a la presión sobre Irán, acusado de apoyar grupos terroristas en un eje anti israelí. Gallant insistió en la importancia de aumentar esta presión para prevenir una escalada regional.
El apoyo de EE.UU. a Israel en este conflicto fue agradecido por el presidente Herzog, quien calificó la relación bilateral como un deber moral. Herzog también se refirió a la audiencia en la Corte Penal Internacional de La Haya sobre la denuncia de genocidio contra Israel interpuesta por Sudáfrica, calificándola de absurda y atroz.
Blinken llega a Israel en un momento crítico, con la guerra en Gaza entrando en una nueva fase menos intensa, pero más centrada en operaciones selectivas.