El cantante español enfrenta críticas y respaldo en redes sociales tras sus declaraciones sobre la violencia en Ecuador y rumores personales.
Alejandro Sanz, el reconocido artista español, ha estado en el centro de la atención pública en las últimas semanas, no solo por rumores sobre su vida sentimental, sino también por sus declaraciones en redes sociales respecto a la situación de violencia en Ecuador. El cantante utilizó su cuenta en la red social ‘X’ para expresar su pesar por los recientes disturbios en Ecuador, en particular, por el asesinato del cantante Diego Gallardo, conocido como ‘Aire del golfo’.
Sanz, al abordar el tema de la violencia en Ecuador, escribió en ‘X’: «Siento un gran dolor por lo ocurrido en Ecuador desde lejos os mando mi cariño y mi ánimo para el pueblo Ecuatoriano. La violencia no es un síntoma, es la enfermedad. Toda la fuerza y todo el cariño para la gente de bien». Sin embargo, su comentario no fue bien recibido por algunos usuarios de la red, quienes lo tacharon de «fascista» y «comunista».
El cantante respondió a estas críticas con contundencia: «Me han llamado fascista y comunista por decir que la violencia no es el síntoma si no la enfermedad. Así el nivel. Váyanse bien lejos con sus ideologías de pacotilla. Yo soy persona e intento entender a todo el mundo. ¿Te jode? Me importa un carajo». A pesar de la dureza de sus palabras, Sanz concluyó con humor, indicando que se trataba de «parte de una canción».
Esta controversia se suma a los rumores sobre una posible relación sentimental con la actriz Mónica Cruz, sobre los cuales la propia Cruz ha optado por el silencio. «Ya sabéis que nunca hablo de mi vida privada», dijo la actriz.
El 2023 ha sido un año de altibajos para Alejandro Sanz, quien en mayo admitió no estar en su mejor momento: «No estoy bien. No sé si esto sirve de algo pero quiero decirlo. Estoy triste y cansado». Su exmujer salió en su defensa, tranquilizando a los seguidores y describiendo la declaración de Sanz como «una manifestación muy sincera» y «muy valiente».
En medio de estas turbulencias, tanto personales como en las redes, Alejandro Sanz continúa generando conversaciones y polarizando opiniones. Sus comentarios sobre la situación en Ecuador y su vida personal siguen siendo tema de debate, evidenciando la complejidad y el escrutinio al que están sometidas las figuras públicas en la era digital.