El futbolista español Rubén García genera discusión sobre la aceptación de la homosexualidad en el deporte, abogando por una mayor apertura y respeto.
Rubén García, futbolista español del Osasuna, ha desatado una importante polémica en el mundo del fútbol con sus declaraciones recientes sobre la normalización de la homosexualidad en el deporte. En una entrevista con el medio ABC, García expresó su frustración y sorpresa ante la falta de aceptación y normalización de que un hombre pueda sentir atracción por otro hombre.
García criticó la reacción negativa de ciertos sectores de la sociedad ante los avances en derechos para la comunidad LGBTI. “Me explota la cabeza cuando veo gente que se asusta por haber ganado esos derechos, porque se normalice que cada persona quiera a quien quiera”, comentó el jugador.
El futbolista también abordó la asociación del fútbol con conceptos como machismo, masculinidad y fuerza, y cómo esto puede influir en que jugadores homosexuales oculten su orientación sexual por temor a represalias o prejuicios. “Hay compañeros que me han dicho que no sabrían qué hacer en el vestuario si sucede algo así. Pero ¿En qué mundo vivimos? Hay que normalizar esto”, insistió García.
Rubén García reveló que su perspectiva sobre el tema está influenciada por su hermano mayor, quien es homosexual. Aunque su hermano nunca lo ha expresado abiertamente, García siente que es importante hablar y defender los derechos de la comunidad LGBTI.
En cuanto a su propia situación, García reflexionó sobre la dificultad de ser un futbolista homosexual y la decisión de hacerlo público. Aunque personalmente se siente capaz de hablar abiertamente, reconoce que para un futbolista homosexual podría ser un reto significativo debido a la posible reacción negativa y los insultos dentro del mundo del fútbol, que describió como «retrógrado».
Estas declaraciones de Rubén García destacan la necesidad de un cambio en la cultura del fútbol hacia una mayor aceptación y respeto por la diversidad sexual. Su llamado a la normalización y su honestidad al abordar un tema tan delicado en un deporte tradicionalmente dominado por valores machistas abre un espacio para el diálogo y la reflexión en el mundo del fútbol y más allá.