El Observatorio de Ecología Política alerta sobre la continua problemática ambiental causada por los derrames de petróleo en diversas regiones de Venezuela.
Venezuela ha enfrentado una seria problemática ambiental con un total de 86 derrames petroleros registrados en el año pasado, según informó este miércoles el Observatorio de Ecología Política (OEP).
Esta cifra iguala la cantidad de incidentes reportados en 2022, destacando una preocupante continuidad en la crisis ambiental del país.
El OEP señala que, aunque estas cifras son alarmantes, podrían no reflejar completamente la magnitud real del problema. Muchos de estos derrames solo han sido documentados a través de reportes en medios digitales y redes sociales, lo que sugiere que el número real podría ser aún mayor.
Durante todos los meses de 2023 se registraron derrames, siendo enero el mes con mayor incidencia, con 15 eventos. Agosto y septiembre también fueron meses críticos, con 10 derrames en cada uno. La mayoría de estos incidentes ocurrieron en el estado petrolero de Zulia y en Falcón, donde se encuentran las refinerías Amuay y Cardón del Centro de Refinación Paraguaná (CRP).
Estos derrames no solo representan un problema ambiental, sino que también tienen consecuencias socioeconómicas significativas. Los pescadores han denunciado una disminución considerable en la pesca, afectando directamente su sustento económico. Además, el sector turístico se ha visto perjudicado por la contaminación de las playas, impactando negativamente en la imagen y economía de las regiones afectadas.
En diciembre, activistas petroleros y ambientalistas denunciaron un derrame en una playa de Carabobo, al norte del país. La estatal petrolera Pdvsa atribuyó este incidente a fuertes lluvias que provocaron el desbordamiento de plantas de la refinería El Palito, resultando en la contaminación de la costa. Pdvsa activó un plan de saneamiento en respuesta a este evento.