La Divina Pastora bendice a Venezuela: Monseñor Araque recuerda a los migrantes

DIVINA PASTORA

Miles de devotos acompañan la salida de la imagen de la Divina Pastora en Barquisimeto, en una muestra de fe y devoción.

La fe y la devoción se hicieron presentes en Barquisimeto este domingo 14 de enero, con la celebración de la santa eucaristía de la salida de la imagen de la Divina Pastora, un evento religioso que marcó la visita número 166 de la Excelsa Madre.

Monseñor Oswaldo Araque, administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Barquisimeto y Obispo de la Diócesis de Guanare, fue el encargado de dirigir la ceremonia, transmitiendo un mensaje de unidad y fe a los devotos tanto en Venezuela como en el extranjero.

En su emotivo saludo, Monseñor Araque expresó: «Un saludo especial a todos nuestros hermanos venezolanos y devotos que se encuentran fuera de nuestro país. En estos días hemos estado unidos en oración manifestando su gran amor y devoción a nuestra madre Divina Pastora”. Su mensaje resaltó el vínculo espiritual que une a los creyentes con la figura de la Virgen, independientemente de su ubicación geográfica.

La procesión comenzó tras la primera eucaristía, con la sagrada imagen de la Divina Pastora siendo llevada desde la Basílica de Santa Rosa y ubicada frente al altar. Los fieles, llenos de fervor, cubrieron la imagen con pétalos de rosa, un gesto simbólico de amor y respeto.

La imagen luego fue llevada en hombros por los devotos hasta la plaza del pueblo de Santa Rosa, donde se llevó a cabo la misa de salida.

La vigilia de la noche anterior, realizada en la víspera de la procesión, vio a los feligreses reunirse en oración y reflexión, preparándose para el recorrido por las calles de la capital con destino a la Catedral de Barquisimeto. Esta celebración no solo es una demostración de la fe católica, sino también un importante evento cultural que une a la comunidad en una expresión colectiva de esperanza y espiritualidad.

La visita número 166 de la Divina Pastora a Barquisimeto se convierte así en un recordatorio de la fortaleza y la unión que la fe puede brindar, especialmente en momentos de distancia y dificultad.

Monseñor Araque, con su mensaje y guía, ha reforzado este vínculo de comunidad y devoción, manteniendo viva una tradición que es corazón de la identidad religiosa y cultural en Venezuela.

(Con información de El Impulso)

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