A 100 años de su muerte, el mundo literario celebra a Franz Kafka, el escritor que desafió el absurdo de su época.
A un siglo de su muerte, Franz Kafka, el escritor checo que revolucionó la literatura moderna, sigue siendo una figura tan enigmática como influyente. Nacido en Praga en 1883, Kafka se adelantó a su tiempo al explorar en sus obras temas como la alienación, el absurdo burocrático y la lucha individual contra sistemas opresivos. Este 2024, el mundo literario se une en un homenaje global a este ícono literario.
Desde congresos y exposiciones en la Universidad de Oxford y las Bodleian Libraries, hasta eventos en la ciudad de Brno, Chequia, la agenda de tributos es extensa. El Museo Franz Kafka en Praga, aunque no totalmente centrado en la figura del autor, se suma a la conmemoración, y las editoriales de todo el mundo se preparan para reediciones y lanzamientos especiales.
Representación de Franz Kafka junto a su personaje más famoso: Gregorio Samsa. Imagen creada con DALL E.
El novelista y poeta Andrés Neuman, autor del prólogo de una nueva edición de «Cuentos completos» que se lanzará en Argentina, destaca que «Kafka fue capaz de influir en el pasado y hoy nuestra realidad insiste en volverse cada vez más kafkiana». Neuman subraya la relevancia atemporal de Kafka, señalando que «su obra sigue teniendo pleno sentido porque explica cada vez mejor la realidad que nos toca vivir».
La celebración del centenario incluye también la publicación de «Soy Milena de Praga», una novela basada en Milena Jesenska, amiga y confidente de Kafka, así como congresos y cursos en la Universitat de Barcelona. La literatura de Kafka, conocida por su visión crítica y a menudo pesimista de la sociedad y la política, continúa resonando en el contexto contemporáneo.
El legado de Kafka, quien solicitó que sus manuscritos fueran quemados tras su muerte, sobrevivió gracias a su amigo Max Brod. A pesar de la reluctancia inicial de Praga para adoptar plenamente la figura de Kafka, su influencia en la literatura y la cultura es innegable.
El centenario de su muerte es una oportunidad para que nuevos lectores descubran a Kafka y para que aquellos ya familiarizados con su trabajo profundicen en su compleja visión del mundo. A través de estas celebraciones, el legado de Kafka continúa desafiando el tiempo, manteniéndose como una voz crucial en la literatura mundial.