Las Naciones Unidas denuncian a Cuba por violar la libertad religiosa, aumentando la presión internacional sobre el régimen.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha lanzado una seria acusación contra el régimen de Cuba, señalándolo por mantener un patrón de control y represión religiosa institucional en la isla. Este pronunciamiento, que eleva la presión internacional sobre el gobierno cubano, responde directamente al informe de Libertad y Represión Religiosa en Cuba de 2022 y la adenda presentada ante Naciones Unidas en septiembre de 2023.
El reporte de 2022, realizado por Prisoners Defenders en colaboración con Outreach Aid to the Americas (OAA), reveló la situación crítica de las religiones católica, protestante, yoruba e islámica en Cuba. Según este estudio, el régimen comunista ha creado organizaciones ficticias controladas por la Seguridad del Estado y la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos (OAAR), que operan en favor del Partido Comunista y suprimen las prácticas religiosas auténticas.
El gobierno estadounidense, tras adoptar el informe por la Comisión de Libertad Religiosa Internacional de los Estados Unidos (USCIRF), ha designado a Cuba como “Country of Particular Concern” (CPC), lo que ha incrementado aún más la presión sobre el régimen cubano.
La situación en Cuba no ha mejorado en 2023.
La carta de Naciones Unidas presenta 13 casos de represión religiosa en la isla, incluyendo líderes y feligreses de diversas creencias. La ONU acusa al régimen de violar múltiples derechos fundamentales, como la libertad de pensamiento, conciencia, religión, reunión pacífica y asociación.
La nueva denuncia de la ONU enfatiza los patrones de control y hostigamiento gubernamental, destacando la implicación directa de la OAAR y del Comité Central del Partido Comunista en la represión religiosa.
La carta, conocida como JAL CUB 4/2023, fue presentada por cinco Mandatos y Relatores Especiales de la ONU y acusa al régimen cubano de practicar torturas, tratos crueles e inhumanos, violar la libertad y seguridad personales, y el derecho al debido proceso, entre otros.
La comunidad internacional, atenta al caso, insta al régimen cubano a atender estas preocupaciones y a respetar los derechos fundamentales de libertad religiosa. Hasta el momento, las autoridades cubanas no han respondido a las acusaciones formuladas por las Naciones Unidas.
Los firmantes de la carta incluyen a Nazila Ghanea, relatora especial sobre la libertad de religión o de creencias; Matthew Gillett, vicepresidente de comunicaciones del Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria; Irene Khan, relatora especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión; Clement Nyaletsossi Voule, relator especial sobre los derechos a la libertad de reunión pacífica y de asociación; y Nicolas Levrat, relator especial sobre cuestiones de las minorías.