La población de China disminuye en 2 millones mientras enfrenta desafíos de envejecimiento y baja tasa de natalidad.
En 2023, China enfrenta una disminución significativa en su población, registrando una caída de 2 millones de personas. Esta tendencia marca el segundo año consecutivo de decrecimiento demográfico, una situación que desafía las dinámicas socioeconómicas del país más poblado del mundo.
El número de fallecimientos en China aumentó considerablemente, con un incremento de 690.000, alcanzando un total de 11,1 millones. Este aumento, el doble que el año anterior, es atribuido tanto al envejecimiento poblacional como a brotes extensos de COVID-19, que se intensificaron entre diciembre de 2022 y febrero de 2023.
La población total de China se estima ahora en 1.400 millones, según datos de la oficina de estadísticas. Con esta disminución, China pierde su posición como el país más poblado del mundo, cediendo el primer lugar a India según estimaciones de la ONU.
La caída en los nacimientos, que se reduce por séptimo año consecutivo, refleja una disminución en la tasa de fertilidad. Pese a los esfuerzos del gobierno por incentivar el aumento de la natalidad, modificando su política de hijo único para permitir hasta tres hijos, la tasa de fertilidad no ha logrado recuperarse significativamente.
El envejecimiento de la población presenta un desafío económico y social para China. La expectativa de vida prolongada, gracias a mejoras en la atención médica, combinada con una tasa de natalidad decreciente, sugiere una desaceleración del crecimiento económico a largo plazo. Además, plantea retos para el gobierno en términos de financiamiento y atención a una población mayor con menos trabajadores.
Expertos estiman que la disminución poblacional continuará durante décadas, incluso si la tasa de fertilidad se recupera. Zuo Xuejin, exvicepresidente ejecutivo de la Academia de Ciencias Sociales de Shanghai, pronostica que la proporción de la población de 65 años o más podría duplicarse al 30% para 2050.
En respuesta a estos desafíos, el gobierno chino ha emitido directrices para desarrollar la economía «plateada», dirigida a mejorar el bienestar de los ciudadanos mayores. Esto incluye la expansión de hospitales geriátricos, atención de enfermería, y el desarrollo de productos adecuados para esta población.
La disminución en la población de China representa un cambio demográfico significativo, con implicaciones profundas para su sociedad y economía. A medida que el país se enfrenta a esta nueva realidad, los esfuerzos por adaptarse y responder a estas dinámicas serán cruciales para su futuro.