Republicanos y demócratas unen fuerzas en el Congreso para aprobar una prórroga presupuestaria, evitando así un cierre parcial de la Administración.
En un esfuerzo conjunto para evitar el cierre parcial de la Administración, el Congreso de Estados Unidos ha logrado ganar tiempo con la aprobación de una nueva prórroga presupuestaria.
Esta medida, que ha unido a republicanos y demócratas tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes, permitirá mantener el funcionamiento normal de los servicios públicos mientras se trabaja en la aprobación definitiva de las leyes presupuestarias.
La resolución continuada, como se conoce a esta prórroga, ha sido aprobada por una amplia mayoría: 77 votos a favor y 18 en contra en el Senado, y 314 a favor frente a 108 en contra en la Cámara de Representantes. La oposición a esta medida se ha concentrado principalmente en el ala dura del Partido Republicano. Chip Roy, uno de los líderes de este sector, expresó su descontento aludiendo al constante gasto de dinero inexistente.
El Grupo de la Libertad (Freedom Caucus) de la Cámara de Representantes se ha mostrado “firmemente” en contra de la prórroga, argumentando que esta facilita un mayor gasto del que ellos están dispuestos a defender. En la Cámara de Representantes, el apoyo republicano ha estado dividido casi a partes iguales, mientras que entre los demócratas ha habido un respaldo casi unánime.
Mike Johnson, actual presidente de la Cámara de Representantes, se ha justificado recientemente señalando que era necesario más tiempo para alcanzar un acuerdo integral. La prórroga se extenderá hasta el 1 de marzo para algunas agencias federales y hasta el 8 de marzo para la mayoría de la Administración.
Cabe destacar que Estados Unidos no opera con una ley presupuestaria única, sino con una docena de ellas, lo que dificulta su aprobación a tiempo para el inicio del año fiscal el 1 de octubre. Es habitual que se aprueben resoluciones continuadas mientras se tramitan las leyes de gasto, un proceso que suele ser engorroso y lleno de enmiendas.
Paralelamente, se ha alcanzado un principio de acuerdo entre demócratas y republicanos para fijar el nivel de gasto de las nuevas leyes presupuestarias en 1,66 billones de dólares. Sin embargo, el ala más radical del Partido Republicano también rechaza este acuerdo, y todavía queda pendiente la distribución específica de esos fondos.
Este avance en el Congreso de Estados Unidos es un paso crucial para evitar un cierre gubernamental y muestra el esfuerzo de ambas partes por llegar a un consenso en un asunto de vital importancia para el funcionamiento del país.