Desde Memphis hasta Vermont, ciudadanos enfrentan extremas condiciones climáticas y emergencias.
Una intensa ola de frío ártico ha golpeado a gran parte de Estados Unidos, causando severas dificultades, especialmente en ciudades como Memphis, Tennessee, donde los residentes han sido instados a hervir el agua debido a la ruptura de cañerías principales a causa de las bajas temperaturas.
La situación en Memphis es crítica, con muchas personas sin acceso a agua potable tras la rotura de tuberías. Patrice Bates Thompson, dueño del Four Way Grill, expresó a Fox-13 Memphis la difícil situación económica que enfrenta debido al cierre de su restaurante.
La empresa pública Memphis Light, Gas & Water ha solicitado a sus más de 400.000 clientes hervir el agua para consumo y lavado de dientes, mientras trabajan incansablemente en la reparación de las tuberías dañadas.
La ola de frío ha seguido a una semana de tormentas que han causado al menos 67 muertes en todo el país, muchas de ellas por hipotermia o accidentes de tráfico.
Las condiciones extremas han afectado la vida cotidiana de millones de personas, desde Montana hasta el centro de Florida. En Iowa City, por ejemplo, se sintieron temperaturas de -26 grados Celsius (-16 grados Fahrenheit), mientras que en Oklahoma City, la sensación térmica rondó los cero grados durante la noche.
En Vermont, el Stowe Mountain Resort ha aconsejado a los esquiadores prepararse adecuadamente para enfrentar el frío extremo. En Nueva York, grupos de ayuda han distribuido alimentos y ropa a inmigrantes protegidos del frío con abrigos gruesos y gorros de lana.
En Virginia Occidental se esperan hasta 10 centímetros (4 pulgadas) adicionales de nieve, junto con ráfagas de viento que podrían provocar sensaciones térmicas de hasta -29 grados Celsius (-20 grados Fahrenheit). El noroeste de Indiana también ha sido golpeado por nevadas, creando condiciones casi blancas cerca del lago Michigan y complicando el tráfico vehicular.
Este severo clima invernal ha tenido un impacto dramático en la vida de los estadounidenses, desde la falta de suministros básicos como el agua hasta las dificultades de transporte y la amenaza constante de hipotermia y otros riesgos relacionados con el clima.