A pesar de controversias, el Vaticano mantiene su postura abierta hacia las bendiciones a parejas homosexuales.
En una postura que continúa generando debate dentro de la Iglesia Católica, el Papa Francisco reafirmó su decisión de permitir las bendiciones a parejas del mismo sexo. Durante un discurso a miembros del departamento doctrinal del Vaticano, el pontífice subrayó que estas bendiciones «no requieren perfección moral para ser recibidas». Así, el Vaticano mantiene una postura abierta y de acercamiento hacia todas las personas, independientemente de su situación.
Esta es la segunda vez que el Papa Francisco defiende públicamente su decisión, habiéndolo hecho anteriormente en una entrevista con una estación de televisión italiana el 14 de enero. La autorización del Vaticano para bendecir a parejas homosexuales, anunciada el 18 de diciembre, ha provocado reacciones adversas entre obispos más conservadores alrededor del mundo, quienes consideran la medida herética.
El Papa explicó que al bendecir a estas parejas, la Iglesia muestra «la cercanía del Señor y de la Iglesia a todos aquellos que, encontrándose en diferentes situaciones, piden ayuda para continuar, a veces para comenzar, un camino de fe». Esta explicación llega después de que la oficina del Vaticano para salvaguardar la ortodoxia doctrinal, la Dicastería para la Doctrina de la Fe, declarase que bendecir a parejas del mismo sexo no es herejía.
Aunque la Iglesia sigue considerando las relaciones homosexuales y el sexo gay como potencialmente pecaminosos, y no permite el matrimonio entre parejas del mismo sexo, la apertura mostrada por el Papa Francisco, considerado uno de los pontífices más liberales de la historia reciente del Vaticano, marca un cambio significativo en su enfoque hacia la comunidad LGBT.
En su discurso, el Papa Francisco enfatizó que las bendiciones no deben darse en un contexto litúrgico, sino de manera discreta, teniendo en cuenta el contexto y las sensibilidades de cada lugar. Con esta decisión, el Vaticano busca extender su mano a todas las personas en su diversidad, manteniendo un equilibrio entre la doctrina tradicional y una postura más inclusiva.