Agricultores rodean París y otras ciudades con tractores y barricadas, exigiendo respuestas a la crisis agrícola exacerbada por la guerra en Ucrania.
Este lunes, los agricultores de Francia y Bélgica han dado un paso audaz en su lucha por la supervivencia de su sector. Rodeando París con tractores y montones de fardos de heno, han bloqueado las carreteras que conducen a la capital francesa, creando un escenario impactante que simboliza su desesperación y determinación. Esta protesta no solo afecta a Francia, sino que se extiende a Bélgica, donde agricultores también han levantado barricadas en carreteras principales.
Los agricultores, enfrentados a las repercusiones de la guerra en Ucrania que ha sacudido su industria, han decidido actuar. Con la sede de los Juegos Olímpicos de verano a solo seis meses, y a menos de un mes de asumir el cargo, el nuevo Primer Ministro Gabriel Attal enfrenta una semana difícil. Los manifestantes critican los intentos recientes del gobierno por adoptar medidas a favor de la agricultura, calificándolas de insuficientes y exigiendo que la producción de alimentos sea más lucrativa, fácil y justa.
El despliegue de convoyes de tractores, remolques y cosechadoras en las barricadas, descritas como un “asedio” de París, busca obtener más concesiones del gobierno. Christophe Rossignol, un agricultor de huertos orgánicos, expresó la gravedad de la situación: “Pasamos de crisis en crisis”. Con carteles que proclaman «No hay alimentos sin agricultores» y «El fin de nosotros significaría hambruna para ustedes», los agricultores resaltan las diferencias económicas y sociales entre la ciudad y el campo, sintiéndose ignorados por el gobierno.
El gobierno ha respondido con el despliegue de 15.000 agentes de policía en la región de París, intentando detener cualquier intento de los manifestantes de ingresar a la capital. Además, hay presencia policial en el mercado de Rungis, el centro de suministro de alimentos frescos de París.
Mientras tanto, en Bélgica, los agricultores también han tomado medidas similares. Clemente Glorieux, un agricultor de Tournai, expresó el hartazgo del sector ante las continuas reglas y limitaciones impuestas. Los manifestantes planean mantener su protesta al menos hasta la cumbre de la Unión Europea en Bruselas, centrada en el apoyo a Ucrania.
El movimiento en Francia es una manifestación más de la crisis alimentaria global exacerbada por la guerra en Ucrania. Los agricultores franceses se quejan de los altos precios de los fertilizantes y la energía, así como de un sector excesivamente regulado y perjudicado por importaciones de alimentos más baratos.
Las protestas se suman al caos del tráfico en París y otras partes del país, con taxistas organizando protestas para reducir la velocidad. Las autoridades aconsejan el uso del transporte público.