Serguei Lavrov critica la decisión de varios países de dejar de financiar la UNRWA tras acusaciones de Israel.
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, denunció la decisión de varios países de suspender su ayuda a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA) como un «castigo colectivo» a la población de Gaza, acto que considera prohibido por el Derecho humanitario internacional.
Esta declaración fue emitida en una rueda de prensa este martes (30.01.2024).
La crítica de Lavrov se produce en respuesta a la decisión de dieciséis países de cesar el financiamiento a la UNRWA, siguiendo las denuncias de Israel sobre la supuesta participación de trabajadores de la agencia en un ataque de Hamás el 7 de octubre, que inició un conflicto armado y resultó en la muerte y secuestro de cientos de personas.
Lavrov calificó esta medida como una «decisión errónea», argumentando que en lugar de investigar las acusaciones contra empleados de la ONU, se ha optado por un castigo generalizado que afecta principalmente a los palestinos que dependen de la ayuda de la UNRWA. «Si existen estas acusaciones, hay que esclarecer las circunstancias», enfatizó, defendiendo la necesidad de una investigación.
Tras las denuncias, la UNRWA anunció el despido de 13 miembros de su personal e inició una investigación sobre su implicación en el ataque. Sin embargo, Estados Unidos, junto con otros países como Canadá, Reino Unido, Australia, Finlandia, Países Bajos, entre otros, suspendieron sus aportes financieros a la entidad.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) expresó su preocupación por cómo esta polémica desvía la atención de la crisis humanitaria en Gaza. «Las actividades criminales no deben quedar impunes. Pero la discusión actual solo sirve para desviar la atención de lo que realmente ocurre cada día en Gaza», declaró Christian Lindmeier, portavoz de la OMS.
Más de dos millones de gazatíes, desplazados por la guerra y enfrentando una crisis humanitaria sin precedentes, dependen de la asistencia humanitaria de la UNRWA. Esta agencia, con más de 30.000 empleados, es una de las mayores organizaciones en Gaza, además del gobierno de Hamás.
Esta situación pone de relieve la complejidad de las dinámicas políticas y humanitarias en la región, y la importancia de mantener la ayuda humanitaria separada de las disputas políticas.