El gobierno cubano pospone significativo aumento en precios del combustible tras incidente de ciberseguridad, generando alivio temporal entre los ciudadanos.
El gobierno cubano, en un movimiento inesperado, anunció el aplazamiento del aumento de más del 500% en los precios del combustible, una medida que estaba prevista para entrar en vigor este jueves.
La viceprimera ministra de Economía y Planificación, Mildrey Granadillo, informó que la decisión responde a un «incidente de ciberseguridad en los sistemas informáticos», cuyo origen se atribuye a un virus procedente del exterior.
Este aplazamiento llega en un momento de tensión económica para Cuba, donde las autoridades habían anunciado a principios de mes esta alza como parte de sus esfuerzos para reducir el significativo déficit fiscal del país, que en 2023 alcanzó el 18%.
El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, había subrayado que el aumento de precios estaba destinado a comprar combustible y asegurar un suministro estable.
La situación económica en Cuba es crítica, y el gobierno había reconocido previamente que era insostenible continuar vendiendo combustible a precios subsidiados. La medida hubiera llevado el precio del litro de gasolina regular de 25 pesos cubanos (0,20 centavos de dólar) a 132 (1,10 dólares), y el de la gasolina especial de 30 (0,25 centavos de dólar) a 156 pesos cubanos (1,30 dólares).
La posposición ha generado una mezcla de alivio e incertidumbre entre los ciudadanos. Las largas filas en las estaciones de gasolina en La Habana, con automovilistas ansiosos por llenar sus tanques antes del aumento, reflejan la preocupación de la población.
Lorenzo Castillo, un trabajador independiente, expresó su inquietud por el inevitable efecto dominó en los precios, mientras que Elena Mas, dueña de una empresa de servicios tecnológicos, reconoce que el incremento tendrá un impacto severo, aunque admite que el precio actual es muy bajo.
Este aplazamiento se suma a los retos que enfrenta el país, incluyendo la crónica crisis de combustibles y una compleja situación económica. Cuba, que depende en gran medida del suministro de petróleo de Venezuela, así como de la ayuda de México y Rusia, afronta una economía contraída y una inflación elevada. El gobierno, en su intento por revertir la crisis, ha esbozado medidas que incluyen un aumento en la tarifa de electricidad y la venta de combustible a turistas extranjeros en divisas.
El aplazamiento del aumento en el precio del combustible en Cuba es, por lo tanto, un acontecimiento significativo que proporciona un alivio temporal a los ciudadanos, pero también resalta la profunda crisis económica y los desafíos que el país continúa enfrentando.
(Con información de DW)