Se impone el chavismo radical: El régimen expulsa a la misión de la ONU para los DDHH

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Nicolás Maduro y Diosdado Cabello. Foto archivo.

Venezuela expulsa al personal de la ONU para los Derechos Humanos en medio de críticas

La decisión del régimen de Maduro responde a la preocupación de la ONU por la desaparición forzada de Rocío San Miguel.


Venezuela expulsa al personal de la ONU para los Derechos Humanos en medio de críticas

En una acción que ha provocado consternación a nivel internacional, el régimen de Nicolás Maduro anunció la expulsión del personal de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) presente en Caracas. Esta decisión se toma después de que la mencionada oficina expresara su inquietud por la desaparición forzada de Rocío San Miguel, presidenta de la ONG Control Ciudadano y reconocida defensora de derechos humanos.

Durante una rueda de prensa, el canciller venezolano Yván Gil acusó a la oficina de la ONU de actuar como una «caja de resonancia» para criticar y mantener un discurso adverso contra el gobierno bolivariano. En consecuencia, el régimen ha decidido «suspender las actividades de la oficina técnica de asesoría del Alto Comisionado y realizar una revisión integral de los términos de cooperación técnica» en un plazo de 30 días.

Según el comunicado del gobierno, se ha solicitado a los 13 trabajadores de la oficina de derechos humanos de la ONU en Caracas que abandonen el país en un lapso de 72 horas. Gil justificó la medida argumentando que la institución ha jugado un «impropio papel», alineándose con sectores golpistas y terroristas en contra de la nación, en lugar de mantener una postura imparcial.

Esta expulsión ha elevado las preocupaciones sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela, especialmente en el contexto de la desaparición forzada de Rocío San Miguel. La oficina del alto comisionado Volker Türk, según Gil, ha mantenido una actitud «claramente sesgada y parcializada», buscando generar impunidad para individuos vinculados a intentos de magnicidio, golpes de Estado y conspiraciones que atentan contra la soberanía del país.

La decisión de Venezuela de expulsar al personal de la ONU especializado en derechos humanos marca un punto crítico en las ya tensas relaciones entre el gobierno de Maduro y la comunidad internacional, poniendo en duda el futuro de la cooperación en materia de derechos humanos y la capacidad de las organizaciones internacionales para operar dentro del país.

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