El futbolista brasileño enfrenta una condena por un delito cometido en Barcelona, marcando un precedente en su carrera y en el ámbito judicial español.
En un veredicto que ha resonado tanto en los círculos deportivos como en los sociales, el futbolista brasileño Dani Alves ha sido condenado a cuatro años y medio de prisión por la agresión sexual a una joven en la discoteca Sutton de Barcelona, en la transición del año 2022 al 2023.
La Sección 21ª de la Audiencia de Barcelona ha emitido una sentencia que subraya la gravedad del acto cometido por el jugador, destacando el impacto significativo en la víctima.
El tribunal ha determinado que Alves abordó a la víctima en el baño de un reservado, donde la agredió sexualmente contra su voluntad. Esta acción, ejecutada con una violencia que impidió cualquier defensa efectiva por parte de la joven, ha sido castigada no solo con la pena de cárcel sino también con medidas adicionales para garantizar la protección y el bienestar de la víctima a largo plazo, incluyendo una orden de alejamiento y un periodo de libertad vigilada tras la conclusión de la pena de prisión.
A pesar de que la defensa de Alves pagó una indemnización de 150.000 euros, buscando una atenuante por reparación del daño, el tribunal ha sido claro en su fallo, desestimando cualquier atenuante de embriaguez por falta de pruebas concluyentes sobre su estado y cómo este pudiera haber influenciado su comportamiento.
La condena ha sido recibida con satisfacción por la parte acusadora, representada por la abogada Ester García, quien ha destacado la importancia de este resultado en la lucha contra la agresión sexual y en la protección de las víctimas.
Por otro lado, Dani Alves, quien ya ha cumplido un año y un mes en prisión preventiva, ha anunciado su intención de recurrir la sentencia, en un intento por revertir una decisión que marca un antes y un después en su carrera y vida personal.