ROMULO

Rómulo Betancourt: El padre de la democracia venezolana cumple años

En el aniversario de su natalicio, recordamos la figura de Rómulo Betancourt, su legado político y su inquebrantable lucha por la democracia en Venezuela.

Hoy, 22 de febrero de 2024, Venezuela conmemora el natalicio de Rómulo Betancourt, considerado el padre de la democracia venezolana.

Nacido en 1908, Betancourt fue un político y periodista cuya visión y determinación jugaron un papel crucial en el derrotero político de Venezuela en el siglo XX. Su legado, imbuido de una profunda fe en los principios democráticos, sigue siendo una referencia obligada para entender la evolución política y social de la nación.

Líder fundador del partido Acción Democrática (AD) en 1941, Betancourt se destacó por su firme oposición a los regímenes dictatoriales de la época. Su gobierno, entre 1959 y 1964, sentó las bases de un Estado democrático y social de derecho, promoviendo reformas significativas como la Ley de Reforma Agraria y la nacionalización del sector eléctrico, cambios que buscaron redistribuir la riqueza y promover una mayor justicia social.

Durante su presidencia, Betancourt enfrentó numerosos desafíos, incluidos intentos de golpes de Estado y ataques a su vida, que evidenciaron las tensiones políticas de la época.

Sin embargo, su compromiso con el mantenimiento de un sistema democrático, a través de elecciones libres y el respeto a las libertades civiles, marcó un antes y un después en la política venezolana.

La «Doctrina Betancourt», su política exterior de no reconocimiento a gobiernos de facto, es otro de los legados de su pensamiento político. Esta postura le valió tanto críticas como alabanzas, pero demostró su inquebrantable compromiso con los valores democráticos, no solo a nivel nacional sino también internacional.

El aniversario de su natalicio nos invita a reflexionar sobre la importancia de la democracia, el Estado de derecho y el respeto por los derechos humanos. En momentos en que Venezuela y la región enfrentan nuevos desafíos políticos y sociales, la figura de Betancourt emerge como un recordatorio de que la lucha por la democracia es constante y requiere de la participación activa de todos los sectores de la sociedad.

Hoy, más que nunca, es pertinente recordar y celebrar la vida y obra de Rómulo Betancourt, no solo como un homenaje a su memoria, sino como una reafirmación de nuestro compromiso con los ideales democráticos que él defendió. Su legado es un faro que ilumina el camino hacia una Venezuela más justa, democrática y próspera para todos.