Tras la entrega no se sabía si el Gobierno ruso permitiría que se celebrara un funeral «como la familia quiere y como Alexei se merece» según Kira Yarmysh, portavoz del equipo de Navalny.
El cuerpo del líder de la disidencia rusa, Alexei Navalny, muerto repentinamente en prisión, fue finalmente entregado a su madre, anunció el sábado su portavoz, Kira Yarmysh.
El equipo del fallecido líder de la disidencia rusa, de cuya muerte se cumplió ayer viernes una semana, había denunciado previamente que un agente llamó a la madre de Navalny, Lyudmila Navalnaya, y le dio un ultimátum: o aceptaba un funeral secreto sin despedida pública en tres horas, o su hijo sería enterrado en la propia cárcel donde murió.
Al anunciar hoy la entrega del cuerpo, Yarmysh no sabía si el Gobierno ruso permitiría que se celebrara un funeral «como la familia quiere y como Alexei se merece», escribió en la red social X, antes Twitter.
Las autoridades rusas no quieren un funeral público para Alexei Navalny, pero sigue habiendo muestras de duelo a pesar de la presión policial. Los vecinos de la capital rusa acudieron a la Catedral de Cristo Salvador para honrar la memoria de Navalny. A la entrada del templo, el principal de Moscú, se formó una cola de gente. La policía detuvo a varias personas a la salida para revisar sus documentos.
Varias decenas de personas acudieron a la catedral Smolny de San Petersburgo. En el interior se encontraban dos empleados del temido Centro E de lucha contra el extremismo, que los filmaban con sus teléfonos. A la salida del templo, la policía comprobó los documentos, según publicaron medios locales.
La entidad de derechos humanos OVD denunció que en diversas ciudades rusas ya habían sido detenidas, antes de que anocheciera, 27 personas que estaban depositando flores en memoria de Alexei Navalny.
Lyudmila Navalnaya, de 69 años, ha estado exigiendo durante días que las autoridades entreguen el cuerpo de su hijo para ser enterrado de una manera que permita a sus amigos, familiares y seguidores presentar sus respetos.
Tanto la mujer de Navalny, Yulia Navalnaya, como el equipo del opositor denuncian que fue el gobierno el que ordenó su asesinato. El Kremlin ha dicho que no tuvo nada que ver con su muerte y que las circunstancias están siendo investigadas.
Con información de elmundo.es