Descubren a decenas de inmigrantes viviendo en condiciones precarias en el sótano de una tienda, reflejando la creciente crisis de asilo en la ciudad.
La ciudad de Nueva York, conocida por ser un crisol de culturas y un refugio para buscadores de sueños, enfrenta una crisis de asilo que se agrava día a día, con el reciente descubrimiento de decenas de inmigrantes hacinados en el sótano de una tienda en el Bronx, marcando el segundo incidente de este tipo en los últimos días.
Agentes de la policía local, tras una inspección en un local comercial del condado del Bronx, encontraron 34 camas distribuidas en el primer piso y 11 adicionales en el sótano, compartiendo espacio con bicicletas eléctricas típicamente utilizadas por repartidores de comida, calentadores y cocinas. La falta de ventilación y luz natural en el refugio improvisado llevó a las autoridades a ordenar la evacuación inmediata de los inquilinos, quienes pagaban entre 300 y 600 dólares al mes por un lugar donde dormir.
Este hallazgo se suma al realizado el lunes en el condado de Queens, donde 87 personas fueron encontradas viviendo bajo condiciones similares, y posteriormente trasladadas a un refugio para inmigrantes de la ciudad.
La crisis de asilo que sufre Nueva York se ha intensificado en los últimos dos años, exacerbada por la llegada diaria de inmigrantes, muchos de los cuales son transportados desde la frontera sur por autobuses fletados por el gobierno republicano de Texas. Esta estrategia busca presionar a ciudades de administración demócrata, como Nueva York, en un juego político que deja a los más vulnerables en una situación aún más precaria.
Frente a esta situación, la ciudad, amparada por una ley del siglo pasado que obliga a las autoridades a proporcionar cobijo a todo aquel que lo solicite, ha tenido que abrir numerosos centros y carpas gigantes para alojar a estas personas. Sin embargo, el alcalde Eric Adams advierte que la ciudad se está quedando sin recursos, lo que ha llevado a la aplicación de recortes en varios servicios públicos.