Jonathan Wener: La Leyenda del multimillonario canadiense que compró un edificio con una tarjeta de crédito

WENER

En un audaz movimiento financiero, Wener utilizó su tarjeta dorada para adquirir el edificio de Royal Trust en Montreal, logrando un descuento de dos por ciento en una compra de $65 millones.

En un relato que parece sacado de un guion cinematográfico, el multimillonario canadiense Jonathan Wener reveló cómo, en un giro inesperado de su carrera como magnate inmobiliario, adquirió un edificio entero usando una tarjeta de crédito. La historia, que comienza en 1975 con un préstamo de $10,000 (unos $56,000 al cambio actual), narra el ascenso de Wener y su empresa, Canderel, en el competitivo mundo de los bienes raíces.

Wener transformó aquel modesto préstamo inicial en un imperio inmobiliario valorado en miles de millones, demostrando su astucia empresarial y su inquebrantable determinación. Sin embargo, fue su adquisición del edificio de Royal Trust en Montreal la que marcó un hito en su carrera, una compra que realizó de manera tan insólita como impresionante: pagando la factura de $65 millones con su tarjeta de crédito dorada de Royal Trust.

«Me enviaron mi factura ayer, la pagué y la puse al día, eso significa que no recibiré otra factura por 30 días [y] eso vale un uno por ciento», explicó Wener sobre cómo logró un descuento en su monumental compra. El otro uno por ciento provino de un descuento estilo cashback ofrecido por su tarjeta de crédito, sumando un total de $1.3 millones ahorrados.

Esta maniobra no solo resalta la audacia de Wener sino que también plantea la pregunta: ¿Se trata de la compra más cara jamás realizada con una tarjeta de crédito? Más allá de establecer récords, la historia de Wener es un testimonio del ingenio y la innovación en el mundo de los negocios, demostrando que, a veces, los riesgos calculados no solo son necesarios, sino que pueden tener un resultado tremendamente lucrativo.

Con un legado ya cementado en la industria inmobiliaria canadiense, Jonathan Wener sigue inspirando a futuras generaciones de empresarios a pensar de manera diferente, a desafiar las convenciones y a nunca subestimar el poder de una buena estrategia financiera… incluso si eso significa comprar un edificio con una tarjeta de crédito.

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