«En agosto nos vemos»: La novela póstuma de Gabriel García Márquez desafía sus últimos deseos

EN AGOSTO

Una historia inédita revela las luchas internas del Premio Nobel y abre el debate sobre la ética de las publicaciones póstumas.

Gabriel García Márquez, ícono de la literatura mundial y Premio Nobel, dejó un legado que trasciende fronteras y generaciones. Sin embargo, al final de su vida, enfrentó un dilema creativo que lo llevó a dudar de su último trabajo. «En agosto nos vemos», una novela que exploraba la vida secreta de Ana Magdalena Bach, una mujer en la cúspide de su madurez que halla en amores furtivos una ventana a la libertad personal, se convirtió en objeto de sus indecisiones y frustraciones.

García Márquez trabajó en esta narrativa hasta que su memoria, fracturada por la demencia, lo abandonó. “Me dijo directamente que la novela tenía que ser destruida”, confesó Gonzalo García Barcha, su hijo menor. Pese a sus deseos, los borradores y notas de «En agosto nos vemos» encontraron refugio en el Harry Ransom Center de la Universidad de Texas, esperando en el olvido hasta que los hijos del autor decidieron contradecir la voluntad paterna y traer la obra a la luz.

Una década después de su muerte, esta novela, que García Márquez consideró insuficiente, se publicará en casi 30 países, sumando un capítulo inesperado y controvertido a su monumental obra. La publicación plantea interrogantes sobre la ética de las publicaciones póstumas, tema que ha tocado a figuras como Virgilio, Franz Kafka y Vladimir Nabokov, cuyas obras maestras casi se pierden por deseares similares.

«En agosto nos vemos» revela a una García Márquez inédito, que por primera vez se adentra en la psique femenina con profundidad y sensibilidad. Aunque sus hijos admiten que la obra no alcanza la grandeza de epopeyas como «Cien años de soledad», defienden su valor como una pieza íntima y reveladora del autor.

Las decisiones editoriales detrás de esta publicación fueron tomadas con respeto y cuidado, siguiendo las huellas dejadas por el mismo García Márquez en sus notas. “Una de las carpetas que guardaba tenía un ‘Gran OK final’ en la parte delantera”, dijo García Barcha, aunque reconocen que el autor finalmente rechazó la obra. Cristóbal Pera, el editor, junto con los hijos del autor, se empeñaron en construir la versión más coherente de la novela, sin añadir una sola palabra que no estuviera ya escrita o sugerida por García Márquez.

La decisión de publicar «En agosto nos vemos» ha sido tanto celebrada como criticada. Algunos la ven como una oportunidad comercial que explota el legado de García Márquez, mientras que otros, incluido el novelista colombiano Héctor Abad Faciolince, la consideran una adición valiosa que honra al mejor García Márquez.

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