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Pedro Sánchez intentará que España reconozca a Palestina como Estado

En un movimiento audaz, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, anuncia la intención de España de reconocer el Estado palestino, marcando un posible cambio de paradigma en la política exterior española y europea.

Desde Bilbao, en un encuentro clave del Partido Socialista (PSOE), Pedro Sánchez, el presidente del gobierno español, ha dejado claro que su administración tomará un camino audaz y controversial: el reconocimiento del Estado palestino por parte de España.

«En esta legislatura propondré en las Cortes Generales el reconocimiento al Estado palestino por parte de España”, declaró Sánchez, subrayando que este acto de reconocimiento es impulsado por «una causa justa» y la necesidad imperante de paz y seguridad en la región. Su promesa, que ya había sido esbozada tras su reelección en noviembre, se concreta ahora en un compromiso temporal, reflejando un enfoque más definido hacia la solución del conflicto israelí-palestino.

Este movimiento político de Sánchez, conocido por sus posturas críticas hacia el gobierno de Benjamin Netanyahu, intensifica las ya existentes tensiones entre España e Israel. Netanyahu no ha dudado en acusar al gobierno español de apoyar «al terrorismo», mostrando la complejidad y sensibilidad que rodea este asunto a nivel diplomático.

El anuncio no solo representa una postura ideológica del PSOE, sino que también responde a las presiones y demandas de Sumar, su socio de coalición. Sumar, plataforma de la izquierda radical y defensora de la causa palestina, ha jugado un papel crucial, trabajando durante meses para que el PSOE adoptara esta postura. La propuesta del reconocimiento del Estado palestino por parte de España se presenta como «la principal exigencia” de Sumar en materia internacional, buscando una acción «unilateral, incondicional y con garantías».

La decisión de Sánchez y el impulso de Sumar no solo pretenden reafirmar la posición de España en el escenario internacional sino también actuar como catalizador para que otros países consideren reconocer al Estado palestino. Este paso es visto por muchos como indispensable para avanzar hacia negociaciones de paz efectivas entre Israel y Palestina.