A vísperas de un importante proceso electoral en Rusia, el Kremlin informa de ataques y represalias contra supuestas incursiones ucranianas.
En un clima de creciente tensión y con las elecciones presidenciales rusas en el horizonte, el Kremlin ha lanzado serias acusaciones contra Ucrania, denunciando una serie de incursiones y ataques con drones en su territorio. Este nuevo episodio añade una capa de complejidad a las ya complicadas relaciones entre ambos países, mientras Rusia se prepara para un evento político de gran importancia.
El Ministerio de Defensa ruso ha informado que diez regiones, incluidas las cruciales de Moscú y Leningrado, fueron objeto de ataques nocturnos por drones ucranianos de ala fija. En un esfuerzo defensivo, al menos 26 drones fueron abatidos, señal de la magnitud y seriedad del ataque.
Más alarmante aún es la afirmación del Kremlin de que hubo intentos de incursión terrestre en los territorios de Belgorod y Kursk, ambas regiones fronterizas con Ucrania. «Las formaciones terroristas ucranianas, con el apoyo de tanques y vehículos blindados de combate, intentaron invadir el territorio de la Federación Rusa», comunicó el Ministerio de Defensa a través de su canal de Telegram.
El Servicio Federal de Seguridad (FSB) ruso complementa esta narrativa, afirmando haber neutralizado a más de un centenar de milicianos ucranianos en las últimas 48 horas, evidencia de lo que califica como un intento del régimen de Kyiv de avanzar sobre territorio fronterizo ruso.
Sin embargo, este relato oficial es contestado por varios grupos de voluntarios rusos que luchan del lado ucraniano. Estos grupos, incluida la Legión de la Libertad de Rusia, afirman que han logrado penetrar en la región de Kursk y continúan combatiendo contra las fuerzas rusas en las regiones mencionadas. «El Ejército ruso perdió varios vehículos blindados», declaró Alexéi Baranovski, representante de esta unidad.
Este intercambio de acusaciones y la contundente respuesta militar rusa ponen de relieve no solo la fragilidad de la paz en la región sino también el posible impacto de estos eventos en el contexto de las próximas elecciones presidenciales rusas. Con el Kremlin asegurando que sus militares están en alerta y «hacen todo lo necesario» para proteger su soberanía, el mundo observa atentamente cómo estos desarrollos podrían influir en la estabilidad regional y las dinámicas políticas internas de Rusia.