La comunidad de Huaral, en Lima, exige justicia tras el hallazgo de animales mutilados en un acto de crueldad sin precedentes.
La tranquila provincia de Huaral, en Lima, Perú, se ha visto sacudida por un acto de violencia que ha conmocionado a sus habitantes. Más de 20 perros y gatos fueron brutalmente asesinados y sus restos mutilados y calcinados encontrados en un terreno abandonado. El responsable de estos hechos, Alonso Herrera Torralbo, ciudadano venezolano, ha sido capturado y ha confesado los crímenes, pero su falta de arrepentimiento y sus intentos de justificación han encendido la ira de la comunidad.
Según el diario La Razón, los macabros hallazgos se hicieron gracias a la denuncia del dueño del terreno, lo que llevó a una rápida acción de las autoridades locales, incluido el Serenazgo y la Gerencia de Desarrollo Social de la Municipalidad de Huaral. A pesar de la confesión de Herrera Torralbo, su liberación en la madrugada del 11 de marzo, reportada por el periodista Claudio Vargas en la plataforma de redes sociales X, ha generado una profunda indignación.
«Los animales estaban agonizando, y yo solo terminé con todo», alegó Herrera Torralbo, quien también desafió a sus críticos preguntando qué harían en una situación similar. Sus palabras no han hecho más que avivar el fuego de la comunidad, que exige justicia y condena la inhumana crueldad hacia los animales.
El intento de linchamiento a la salida de la comisaría y la posterior intervención de la Policía Nacional del Perú (PNP) para proteger a Herrera Torralbo, así como la agresión a los animalistas que esperaban su liberación, son testamento del clima de tensión y dolor que este caso ha generado.