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SENSITIVE MATERIAL. THIS IMAGE MAY OFFEND OR DISTURB Members of Israeli forces work as a body lies at the scene of a suspected attack, inside a patrol station shop, in a commercial area in Beit Kama, southern Israel, March 14, 2024. REUTERS/Carlos Garcia Rawlins

Ataque con arma blanca en el sur de Israel

En medio de ataques y decisiones gubernamentales, Israel intensifica su estrategia militar con un nuevo presupuesto enfocado en la ofensiva sobre Gaza.

Este jueves, un ataque con arma blanca en un área comercial de Beit Kama, Israel, dejó a un hombre gravemente herido, sumiendo a la región en una atmósfera de tensión. La víctima, de unos 50 años, se encuentra en estado crítico tras ser trasladada al Centro Médico Soroka de Beersheba. En el incidente también resultó herido otro hombre, de 65 años, aunque de manera leve. Según informes, el atacante, identificado como Fadi Abu Altayef, fue «neutralizado» por las fuerzas de seguridad.

Abu Altayef, ciudadano israelí de 22 años con raíces en la Franja de Gaza, representa un punto crítico en el complejo mosaico de identidades y lealtades que caracteriza al conflicto israelí-palestino. Este incidente ocurre en un momento en que el Parlamento de Israel ha decidido aumentar significativamente el presupuesto militar para 2024, asignando unos 160.000 millones de dólares para fortalecer su ofensiva sobre Gaza y presionar al grupo terrorista Hamas. Este aumento presupuestario ha encendido un acalorado debate dentro de la Knesset, reflejando las divisiones internas sobre la dirección y las prioridades del país en tiempos de guerra.

El ministro de Agricultura, Avi Dichter, expresó inicialmente su oposición debido a recortes en su sector, lo que subraya la complejidad de equilibrar los gastos militares con otras necesidades nacionales. Sin embargo, tras negociaciones, se llegó a un compromiso con el primer ministro Benjamin Netanyahu, quien prometió resolver la crisis agrícola antes de Pascua.

Por otro lado, el líder opositor Yair Lapid criticó el presupuesto por considerarlo perjudicial para la clase media israelí, los trabajadores y los jóvenes, marcando lo que él anticipa como «el último presupuesto que aprobará este Gobierno». A pesar de las tensiones, el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, defendió el presupuesto como una medida necesaria para «ganar la guerra» y asegurar el futuro de Israel y su economía.