Régimen ruso revela su «Fórmula de Paz»: Anexión total de Ucrania
Dmitri Medvedev presenta una propuesta que condiciona el fin de la invasión a una serie de exigencias extremas, revelando las aspiraciones del Kremlin.
En un giro que refuerza la posición inflexible de Moscú sobre el conflicto en Ucrania, Dmitri Medvedev, vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso y ex presidente, ha delineado una controvertida “Fórmula de Paz rusa”. Esta propuesta, lejos de buscar un terreno común, establece como condición sine qua non para el cese de las hostilidades la rendición incondicional de Kyiv, junto con una serie de demandas que redefinirían por completo la soberanía ucraniana.
“No vemos ningún deseo de negociar por parte de la llamada antigua Ucrania», expresó Medvedev en una publicación en su canal de Telegram, criticando la postura ucraniana hacia las negociaciones de paz y describiendo las propuestas de paz de Ucrania como «descerebradas», en referencia a las sugeridas por lo que él llama “un payaso provinciano en mallas verdes”.
La propuesta de Medvedev, que sirve como un indicativo de las deliberaciones internas del Kremlin, implica un conjunto de condiciones draconianas, incluyendo la anexión total del territorio ucraniano a Rusia, el reconocimiento de este acto ante las Naciones Unidas, y la disolución de la entidad jurídica mundial de Ucrania. Además, se propone la formación de un parlamento provisional que estaría encargado de implementar un proceso de compensación por los daños causados a Rusia durante el conflicto.
“Esta podría ser la fórmula de paz suave de Rusia. Es un compromiso, ¿no?», concluyó Medvedev, sugiriendo que este enfoque podría facilitar el consenso con la comunidad internacional y permitir cumbres productivas, incluso con socios occidentales.
El uso de un mapa durante una presentación de Medvedev el 4 de marzo, donde Ucrania aparecía considerablemente reducida y sin acceso al mar, subraya la visión que tiene Rusia sobre el futuro territorial ucraniano. Esto, junto con el control de Rusia sobre casi una quinta parte de Ucrania, revela las profundas divergencias entre las expectativas rusas y la realidad del conflicto, que lejos de resolverse rápidamente, ya ha superado los dos años de duración.
Hasta el momento, Kyiv no ha respondido oficialmente a esta nueva propuesta. Las autoridades ucranianas han mantenido una postura firme, denunciando la guerra como un acto ilegal de conquista y reafirmando la distinción entre Ucrania y su gente frente a Rusia y los rusos.