CUBA

Cuba en erfervescencia: Protestas por apagones y escasez sacuden el oriente

De Santiago a Bayamo, los cubanos claman por derechos básicos en una de las mayores manifestaciones desde el 11J, enfrentando cortes de internet y la mirada del gobierno.

Este domingo, las calles de Santiago de Cuba y Bayamo se convirtieron en el escenario de una creciente desesperación popular. Cientos de personas, azotadas por los prolongados apagones y la aguda escasez de alimentos, alzaron su voz en un reclamo por derechos básicos, marcando uno de los momentos de mayor tensión desde las históricas protestas del 11J.

«Comida y corriente», coreaban los manifestantes en un país que atraviesa una de sus peores crisis energéticas y alimentarias. Un testigo desde Santiago de Cuba, que prefirió mantenerse en anonimato, compartió vía telefónica con la agencia EFE la simple pero poderosa demanda de la población. El régimen cubano, en una respuesta ya familiar desde las protestas del 11 de julio de 2021, optó por restringir las comunicaciones y cortar la señal de internet en los celulares de la isla, intentando silenciar el descontento.

El presidente Miguel Díaz-Canel, reconociendo la existencia de las protestas, acusó a los «enemigos de la revolución» de buscar desestabilizar al país. Sin embargo, las imágenes y testimonios que lograron trascender el bloqueo comunicacional pintan un cuadro de genuina frustración popular frente a la incapacidad del gobierno de satisfacer necesidades elementales.

La respuesta oficial, personificada en la visita de Beatriz Johnson Urrutia, primera Secretaria del Partido Comunista en Santiago de Cuba, a la concentración, no hizo más que evidenciar la brecha entre las autoridades y el pueblo. Las promesas de Johnson de distribuir azúcar, arroz y leche gratis, lejos de calmar los ánimos, fueron recibidas con escepticismo y rechazo, subrayando la desconfianza hacia las soluciones temporales a problemas estructurales.

Las manifestaciones, descritas como pacíficas y mayoritariamente impulsadas por mujeres con demandas materiales, también resonaron con gritos de «¡Libertad!» y «¡Patria y Vida!», el lema que ha unido a los cubanos en su anhelo por un cambio democrático. Este clamor por derechos fundamentales se produce tras un difícil fin de semana de apagones de hasta 13 horas diarias, exacerbando una crisis humanitaria que no muestra signos de mejora.

La presencia policial, aunque considerable, no escaló en confrontaciones, manteniéndose a la espera mientras los manifestantes expresaban su descontento. Sin embargo, la prohibición de grabar los eventos y la presencia de agentes de la seguridad del Estado vestidos de civil, revelan la tensión subyacente y el miedo del régimen a que estas voces de protesta se amplifiquen.