En un panorama electoral tenso, Estados Unidos aclara su posición respecto a la candidatura de María Corina Machado, enfatizando el respeto a sus decisiones y la importancia de la unidad opositora.
En medio de rumores y especulaciones, un alto funcionario de la administración de Joe Biden ha salido al paso para esclarecer la posición de Estados Unidos ante la agitada escena política venezolana.
Según declaraciones recogidas por la agencia AP, Estados Unidos no ha sugerido en ningún momento a la dirigente opositora María Corina Machado que renuncie a su candidatura presidencial. Por el contrario, han expresado un profundo respeto por cualquier decisión que Machado tome respecto a su participación en las próximas elecciones.
La claridad de esta postura emerge en un contexto donde la unidad de la oposición venezolana se ve más crucial que nunca. Desde Washington, se ve con buenos ojos una estrategia opositora que refleje fielmente la voluntad de la población venezolana, una que podría ser decisiva en el camino hacia el cambio político en el país.
Machado, quien ha enfrentado presiones tanto de líderes internacionales como de colegas de la oposición para dar un paso al costado y permitir la consolidación de una candidatura única, ha reiterado su rechazo a abandonar la carrera electoral. Las dudas sobre cómo sorteará la prohibición que pesa sobre su candidatura permanecen sin respuesta, alimentando la incertidumbre sobre el futuro político del país.
En este laberinto político, Gerardo Blyde, jefe de la delegación de la Plataforma Unitaria, insiste en que aún hay tiempo para que el gobierno de Maduro rectifique y permita la participación de Machado sin trabas. Sin embargo, el gobierno se mantiene firme en su posición, señalando que la prohibición de la exdiputada es un asunto cerrado.
La fecha de las elecciones, fijada para el 28 de julio -coincidiendo con el cumpleaños del fallecido presidente Hugo Chávez-, añade una capa más de simbolismo y controversia al proceso electoral.
Aunque el Consejo Nacional Electoral (CNE) ha prometido enviar invitaciones a observadores internacionales como la Unión Europea y el Centro Carter, parte crucial del acuerdo de Barbados, hasta la fecha, dichas invitaciones no han sido emitidas.