Entre desmentidos oficiales y comunicados tajantes, el misterio de la ausencia de la Duquesa de Cambridge comienza a esclarecerse.
En un giro digno de un drama palaciego, la desaparición mediática de Kate Middleton ha encendido las redes con teorías que van desde un discreto divorcio con el Príncipe Guillermo hasta un supuesto triángulo amoroso real. La ausencia de la Duquesa de Cambridge de la esfera pública había alimentado las especulaciones, llevando a muchos a preguntarse sobre la solidez de la pareja real.
Sin embargo, recientes movimientos por parte de Kensington Palace y los implicados apuntan a un intento por sofocar los rumores y restablecer la narrativa.
Un video reciente en el que aparecen juntos Kate y Guillermo, visiblemente de buen humor, ha servido para apaciguar las habladurías, demostrando una unión que muchos creyeron fracturada. La intervención de Rose Hanbury, marquesa de Cholmondeley, ha añadido más peso al desmentido.
A través de un comunicado emitido a Business Insider, Hanbury ha sido categórica: “Es totalmente falso”. Su decisión de no añadir más detalles se alinea con la filosofía de la realeza de no entrar en disputas públicas, recordando el conocido lema de la Reina Isabel II, “never explain, never complain”.
La historia, que tuvo sus orígenes en 2019 cuando se sugirió que el Príncipe Guillermo habría tenido encuentros con Hanbury durante el embarazo de Kate, ha encontrado en los comunicados oficiales y las estrategias de manejo público una barrera sólida. A pesar de la firmeza de estas declaraciones, la intriga en torno a la vida de los royals permanece alimentada por la fascinación y el escrutinio constante sobre sus vidas personales.
Desde un segundo plano, David y Rose Hanbury continúan vinculados a la familia real, aunque sin interactuar públicamente con los Príncipes de Gales.
Su presencia en eventos clave, como la entronización de Carlos III, mantiene viva la curiosidad sobre su papel dentro del círculo íntimo de la realeza, a pesar de los esfuerzos por minimizar su visibilidad.
En un mundo donde la realidad supera a la ficción, la familia real británica continúa siendo un centro de atención, donde cada movimiento y cada ausencia son meticulosamente analizados. Por ahora, parece que los esfuerzos por desmentir los rumores han sido efectivos, pero solo el tiempo dirá si las aguas se calmarán o si nuevas olas de especulaciones surgirán en el horizonte real.