En medio de registros y detenciones, Rubiales anuncia su vuelta a España dispuesto a enfrentar las acusaciones de corrupción en su contra.
La sombra de la justicia se cierne sobre Luis Rubiales, ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), quien se encuentra en el ojo del huracán por presuntos contratos irregulares durante su mandato al frente del organismo.
La noticia de su inminente regreso a España, previsto para el próximo 6 de abril, surge en un momento crítico, tras una operación de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que incluyó registros en su vivienda de Granada y la sede de la federación.
Rubiales, que actualmente se encuentra en República Dominicana, ha comunicado a través de su defensa su intención de ponerse «a plena disposición» del Juzgado de Instrucción número 4 de Majadahonda, encargado de la investigación.
Este gesto, que busca esclarecer su situación ante la justicia, llega en un contexto de tensiones y especulaciones sobre su posible arresto a su llegada a Madrid.
La abogada de Rubiales ha detallado el itinerario de vuelo del ex presidente, así como los planes de su familia de acompañarlo en su regreso. Estas acciones parecen ser un intento de demostrar su voluntad de colaborar con las autoridades y hacer frente a las acusaciones que pesan sobre él.
El registro de su vivienda, así como de otros diez inmuebles, se enmarca en una investigación más amplia que ha resultado en siete detenciones, incluyendo figuras cercanas a Rubiales.
Entre ellas, el asesor jurídico externo de la RFEF, Tomás González Cueto, y directivos clave dentro de la federación. Estos movimientos policiales han revelado la complejidad y el alcance de las presuntas irregularidades investigadas.
La implicación de Rubiales en posibles delitos de corrupción ha causado revuelo en el mundo del fútbol español, poniendo bajo la lupa las prácticas de gestión dentro de la RFEF. El caso no solo investiga los contratos internos de la federación, sino también acuerdos internacionales, como el traslado de la Supercopa a Arabia Saudí, un contrato que también ha sido objeto de escrutinio judicial.
Este capítulo en la carrera de Rubiales no solo determinará su futuro legal, sino que también podría tener repercusiones significativas en la administración del fútbol español. A medida que se desvelan más detalles de la investigación, la comunidad futbolística y la opinión pública aguardan con expectación los resultados de un proceso que promete ser largo y revelador.